La Organización Mundial de la Salud publicó hoy el Informe Mundial de Situación sobre Alcohol y Salud 2018, el cual presenta una radiografía sobre el consumo de alcohol y la mortalidad relacionada a ese hábito en todo el mundo. Y los datos son ciertamente alarmantes.
El consumo de alcohol causó 1 de cada 20 muertes.
Más de 3 millones de personas murieron en 2016 a causa del abuso de alcohol, lo cual representa 1 de cada 20 muertes. En general, el consumo nocivo de alcohol causa más del 5 por ciento de la carga mundial de morbilidad.
El 28% de las muertes atribuibles al alcohol tuvo que ver con lesiones causadas por accidentes de tránsito, autoflagelación y violencia interpersonal. Mientras tanto el 21% se relaciona a trastornos digestivos, el 19% a enfermedades cardiovasculares, y el resto a enfermedades infecciosas, cánceres, problemas mentales y otras afecciones.
Más de las tres cuartas partes de las muertes causadas por el alcohol corresponden a hombres. Se calcula que los trastornos derivados del consumo afectan a 237 millones de hombres y 46 millones de mujeres. Esta diferencia es más notable en Europa (con un 14,8 por ciento de hombres frente a un 5,1 de mujeres) y las Américas (11,5% y 5,1% respectivamente).
Los trastornos por el exceso de alcohol son más frecuentes en los países con ingresos altos. Europa es la región con el consumo per cápita más alto, a pesar de que desde 2010 disminuyó en un 10 por ciento.
En las regiones donde actúa la OMS (las Américas, Europa y el Pacífico Occidental), más del 50 por ciento de la población bebe alcohol. Las proyecciones actuales apuntan a que el consumo per cápita aumentará en la próxima década, principalmente en Asia Sudoriental, Pacífico Occidental y las Américas.
En el segmento de población ocupado por jóvenes de 15 a 19 años, un 27% es bebedor. Las mayores tasas de consumo en ese rango de edad se hallan en Europa (44%), las Américas (38%) y el Pacífico Occidental (38%).
La clase de alcohol más consumida a nivel mundial (un 45%) es la de las bebidas espirituosas. Le siguen la cerveza (34%) el vino (12%).
¿Cómo contrarrestar la tendencia en alza?
"Nos gustaría que los estados miembros pusieran en práctica soluciones creativas que salvarán vidas, como gravar el alcohol y restringir la publicidad", señaló al respecto Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
Las espirituosas son las bebidas más consumidas.
El directivo señaló que una meta ideal sería la reducción del 10% del consumo mundial de alcohol antes del 2025. "Entre las medidas rentables y de eficacia comprobada están el aumento de los impuestos a las bebidas alcohólicas, la prohibición o restricción de la publicidad del alcohol y la restricción de la disponibilidad del alcohol", agregó Vladimir Poznyak, coordinador de la unidad de Gestión del Abuso de Sustancias de la OMS.