por Agustin Gulman
08 Octubre de 2018 09:25El domingo 8 de octubre de 2006 el micro de la empresa Godoy que trasladaba a un grupo de estudiantes del colegio secundario Ecos -que viajaba desde Chaco hacia Buenos Aires tras una misión solidaria- embistió de frente al camión Iveco que zigzagueaba y cuyo conductor estaba al borde del coma alcohólico. A 12 años de la tragedia en la que murieron nueve chicos y una profesora, los familiares de las víctimas aguardan que la Corte Suprema de Justicia haga lugar a un recurso extraordinario para que el chofer Oscar Atamañuk reciba la condena firme.
Todo ocurrió en el kilómetro 689 de la ruta nacional N° 11, provincia de Santa Fe, cerca de las 22.15, cuando el camión Fiat Iveco impactó con el micro en el que viajaban los alumnos de la escuela de Villa Crespo. El chofer del camión, Ángel Soto, conducía alcoholizado y al igual que su acompañante murió en el siniestro. Oscar Atamañuk, el conductor del micro, hizo todo lo que no se debe hacer: mantuvo la velocidad en lugar de bajarla - viajaba superando ampliamente las máximas permitidas - y en lugar de ir hacia la banquina, se cruzó de carril y chocó de lleno con el lateral derecho del colectivo de dos pisos.
El siniestro ocurrió en la provincia de Santa Fe, sobre la Ruta 11.
A 12 años, por la tragedia no hay ningún detenido. Los familiares de las víctimas buscan que la Corte Suprema de Justicia haga lugar a un recurso de queja presentado por el fiscal santafesino Carlos Steigmayer, que hizo un pedido formal en diciembre de 2017 para que se permita dictar sentencia firme y que la causa no prescriba.
LAS IDAS Y VUELTAS DE LA JUSTICIA
En un principio Atamañuk fue absuelto por el juez Jorge Galbucera, en un fallo que provocó rechazo de los familiares, en 2009. La fiscalía apeló y la sentencia fue anulada tiempo más tarde. En 2011, el juez de Reconquista, Virglio Palud, lo condenó a tres años de prisión en suspenso por el delito de homicidio culposo (es decir, sin intención). Sin embargo, como el magistrado no le había tomado indagatoria, la defensa del chofer apeló y el fallo fue anulado por la Cámara Penal.
En el tercer juicio, Atamañuk fue condenado a dos años y medio por la misma carátula, y le dictó una inhabilitación para conducir por siete años. Sin embargo, al tratarse de una pena menor a los tres años, el chofer nunca fue a la cárcel. Mientras tanto, la defensa de Atamañuk pidió la prescripción, que fue confirmada finalmente en 2016 por la Corte Suprema de Santa Fe. Sin embargo, esa decisión fue apelada por el fiscal Steigmayer, que recurrió a la Corte Suprema de la Nación.
Oscar Atamañuk, el chofer del micro.
Sergio Kohen, papá de Nicolás, una de las víctimas, sostuvo a BigBang que se busca que la Corte haga lugar al pedido del fiscal para que no prescriba el expediente. “La Justicia de Rafaela, con una serie de embarullos, hizo prescribir la causa, porque hubo dilación, mala praxis, se perdieron cuatro años entre idas y vueltas”, lamentó.
Lo llamativo es que, a pesar de que se dicte un nuevo fallo, Atamañuk no irá a la cárcel debido a que la condena es inferior a los tres años. “Nunca va a ir preso, es una sentencia simbólica. Nos estamos moviendo para que haya un fallo simbólico, para que se sepa que esto no pasa inadvertido”, remarcó Kohen.
EL CASO DE LOS CUADERNOS Y SU VÍNCULO CON LA TRAGEDIA
En 2007, los familiares de las víctimas de la Tragedia de Ecos denunciaron al por entonces titular del Órgano de Control de Concesiones Viales, Claudio Uberti, hoy uno de los principales arrepentidos en el escándalo de pago de sobornos de empresarios de la obra pública a ex funcionarios. Esa denuncia recayó en el juzgado de Daniel Rafecas, que la desestimó.
Ahora volverán a presentarla una vez que finalice la etapa de instrucción en la causa de los cuadernos que tiene en sus manos el juez federal Claudio Bonadio. “Después de que Uberti se autoincriminara queda más claro que nuestra denuncia tenía sustento jurídico”, dijo Kohen a BigBang. La denuncia original apuntaba, además, al entonces secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y al jefe de la policía de Santa Fe, Jorge Pallavidini.
Tras declararse como arrepentido, Uberti reconoció haber recibido coimas de parte de empresarios que administraban las rutas que él mismo debía controlar. Justamente la falta de señalización y controles fue lo que motivaron, entre otros factores, el siniestro vial en el que murieron nueve estudiantes y una profesora.
La tragedia de Ecos ocurrió el 8 de octubre de 2006 a las 22:15.
ESTUDIANTES SOLIDARIOS
El Día del Estudiante Solidario se conmemora cada 8 de octubre desde 2007, cuando fue incorporado al calendario académico por el Ministerio de Educación. El objetivo es recordar el espíritu solidario de las víctimas, que regresaban de llevar donaciones a una escuela de Chaco que Ecos apadrina desde mediados de los años 90.
Como todos los años, se realizará un evento solidario en La Trastienda, donde tocarán Los Tipitos, Ella es tan cargosa y Javier Malosetti, para recolectar alimentos no perecederos, ropa y computadoras en buen estado para donar a escuelas y salas de primeros auxilios del norte, bajo el lema "Todos fuimos, todos somos, todos podemos ser". “Colaboramos con 55 escuelas, instituciones carenciadas y salitas de primeros auxilios a donde el Estado no llega, en Chaco, Jujuy, Santiago del Estero, Salta y Formosa”, remarcó Kohen.