Quince años atrás, Fernando de la Rúa abandonaba el poder a bordo del helicóptero presidencial en medio del estallido social, político y económico del 2001. En medio de una profunda crisis, sin respaldo político y con inmensas protestas y cacerolazos en las calles, el ex mandatario renunciaba a su cargo. Hubo 38 muertos en las marchas, con una brutal represión policial.
La Policía Federal reprimió a los miles de manifestantes que reclamaban en Plaza de Mayo.
Si bien el estallido había comenzado días antes, se profundizó cuando el 19 de diciembre de 2001 el entonces presidente anunció por Cadena Nacional el Estado de Sitio, medida sugerida por su hijo, Antonio de la Rúa, y por el actual director del Teatro Colón, Darío Lopérfido.
En una profunda crisis institucional, miles de personas salieron a las calles a protestar. Finalmente, De la Rúa anunció su renuncia el 20 de diciembre de 2001 a las 18:40.
Las Madres de Plaza de Mayo también fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad.
La renuncia de Fernando de la Rúa se concretó el 20 de diciembre a las 18:40.
Rodeado por algunos de sus ministros, De la Rúa aseguró que su decisión “contribuirá a la paz social y a la continuidad institucional de la República”. Luego, las imágenes que a lo largo de los 15 años se transformaron en un símbolo: el helicóptero sobre la Casa Rosada, sobrevolando la Plaza de Mayo, camino a la Quinta de Olivos. Mientras en el aire un presidente vivía su momento más difícil, en el suelo la represión avanzaba con brutalidad.
La guardia de Infantería reprimió a los manifestantes en el centro porteño.
En los últimos años De la Rúa repitió dos cosas: que se había tratado de un golpe institucional encabezado por el peronismo y que él no ordenó la represión.
Símbolo de una época. La salida de De la Rúa.
Represión y violencia hacia los manifestantes en la Plaza de Mayo.
En el libro El Golpe S.A., del periodista Gabriel Jacobo, De la Rúa reconoce no saber dónde se encontraba ni qué hacía mientras la Policía Federal avanzaba sobre las miles de personas que reclamaban en Plaza de Mayo y el centro porteño.
La Policía reprime a los manfiestantes en la Plaza de Mayo.
Miles de personas salieron a las calles de todo el país para reclamar.
De la Rúa gobernó dos años y diez días. Un año antes de su salida del Gobierno había renunciado su vicepresidente, Carlos “Chacho” Álvarez.
Hubo saqueos y una profunda crisis institucional en toda la Argentina.
Imágenes de otra época. Pleno centro, represión y caos.
Una hora antes de hacer oficial su decisión y enviar al Congreso su carta de renuncia, el presidente había emitido un mensaje por Cadena Nacional donde aseguraba que no se aferraría al cargo, y reconocía el “enorme endeudamiento, gran déficit y crisis social” que atravesaba el país.
Balas de goma y de plomo. La Policía Federal atacó a los manifestantes.
La Policía golpeó y reprimió en la Plaza de Mayo.
Al tiempo que destacaba una oferta al PJ para conformar un gobierno de unidad y evitar su salida precipitada, señalaba que asumía “las responsabilidades por el momento que vive el país”.
Murieron 38 personas en manos de la represión policial.
Una de las últimas fotos de Fernando De la Rúa como Presidente de la Nación.
Tras su renuncia, el Congreso nombró como presidente provisional al titular del Senado, el peronista Ramón Puerta, que sería sucedido por Adolfo Rodríguez Saá, que -luego de declarar la cesación de pagos a los acreedores externos- sería sucedido por Eduardo Camaño, entonces presidente de la Cámara de Diputados: un hombre del duhaldismo que pasó el Año Nuevo en la Casa Rosada. Camaño, a su vez, fue sucedido, luego, por Eduardo Duhalde, quien gobernó hasta 2003, cuando asumió Néstor Kirchner.