El inicio del año dará por terminada la entrega de bolsas plásticas en supermercados y autoservicios, para de esa manera comenzar a contribuir con el medioambiente. La Agencia de Protección Ambiental fue quien impulsó esta propuesta en octubre pasado pero que se ejecutará recién el 1° de enero próximo.
A las bolsas plásticas les quedan pocos días de vida.
De esa manera, la jefatura de gobierno también intenta paliar un problema de infraestructura, dado que un tercio de los residuos que se recolectan durante la limpieza de los arroyos entubados están compuestos por bolsas plásticas.
Sucede que este material que no es biodegradable se acumula en forma de diques que dificultan el escurrimiento en los desagües pluviales aliviadores, lo que favorece las inundaciones.
Las bolsas ocasionan un problema de infraestructura al colapsar los desagües.
En Neuquén, Río Negro, Chubut y Rosario, las bolsas de tela y los changuitos ya son parte del paisaje habitual, dado que estas provincias fueron precursoras en la tarea de reducir este tipo de contaminación.
La hora de la tela
Los porteños, mientras tanto, se verán obligados a aprovisionarse de bolsas reutilizables. Algo a lo que, según una encuesta del gobierno porteño, ya se vienen acostumbrando hace un tiempo: el 63% de los habitantes de la capital las utiliza, junto con los carritos, para realizar sus compras diarias.
Según Ecofactory, uno de los principales fabricantes de bolsas del mercado, los precios de las bolsas reutilizables oscilan entre los $6 y los $ 15 de acuerdo a tamaño, modelo y diseño. El gobierno de la Ciudad comenzó meses atrás a repartir bolsas gratuitas para acompañar el programa de reemplazo. Según información oficial se repartieron un millón de bolsas.
El Gobierno de la Ciudad ya entregó un millón de bolsas.
El Gobierno porteño también firmó convenios con algunas empresas, como el Grupo Newsan que se comprometió a entregar 20.000 bolsas reutilizables y lanzó una campaña en redes sociales para concientizar sobre la necesidad de este cambio de hábitos.
Tendencia nacional
Buenos Aires no es la primera ciudad en sumarse a esta tendencia. En provincias como Chubut, Río Negro y Neuquén y municipios como Pinamar, Bariloche, Yerba Buena y Rosario, ya se han implementado legislaciones similares.
En ese sentido, la ordenanza neuquina data de 2010 y, en apenas dos años, logró aumentar el uso de bolsas reutilizables de un 20% de la población a un 40%.
Mientras tanto, en Comodoro Rivadavia (Chubut) se prohibió el uso de materiales no biodegradables en bolsas de compra en el año 2004.
En principio, la medida no caló fuerte en los vecinos de la ciudad, pero de la mano de una fuerte política municipal de control y gestión -incluyendo, por ejemplo, talleres de concientización y confección de bolsas de tela en centros vecinales- se redujo un 70% del total de bolsas plásticas en circulación.