Luego de la conmoción que generó el fallo de los magistrados Benjamín Sal Llargués y Horacio Daniel Piombo, quienes redujeron la pena a un violador con argumentos ridículos, Piombo decidió renunciar a su cargo de profesor titular en la cátedra de Derecho Internacional Público y Privado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP. Justo en ese momento, el Consejo Directivo de la casa de estudios estaba reunido para analizar el pedido de juicio académico presentado por el estudiantado.
La separación de ambos jueces fue presentada por la Federación Universitaria de La Plata (FULP), que realizó una manifestación frente a la sede de la facultad. El pedido del cuerpo estudiantil fue avalado por organizaciones de Derechos Humanos y hasta por colegas del magistrado como Carlos Rozanski, quien consideró “canalla” al fallo de Piombo y Sal Llargués y opinó: “La Argentina merece mejores jueces”.
Piombo fue objeto de diversos escraches hasta que renunció como docente en la Facultad de Derecho.
Los jueces jueces fallaron que una reducción en la pena del violador Mario Tolosa, que era entrenador de fútbol del menor, que por entonces tenía 6 años. Los motivos fueron que el nene “tenía orientación sexual homosexual y estaba “habituado a los abusos”.