Tendemos a pensar que los extraterrestres son más o menos como nosotros. Verdes, sí, pero con dos ojos, manos, pies... Así los ha representado desde siempre la cultura popular. Sin embargo, un astrónomo que ha dedicado su vida a buscarlos lo duda mucho. "Si una especie extraterrestre llega a ser lo suficientemente avanzada como para enviar señales que los terrícolas puedan captar, es probable que haya prescindido de sus aparatos biológicos tradicionales para convertirse en una forma de inteligencia cibernética", sostiene Seth Shostak. No se trata de un ufólogo o alguien de procederes dudosamente científicos, sino de uno de los astrónomos estrella del legendario proyecto SETI, a través del cual la Nasa busca desde hace años señales de vida extraterrestre en el espacio. .
Seth Shostak, astrónomo del proyecto SETI y defensor de la idea de que los aliens son máquinas.
Para Shostak, estos "seres/máquinas" no necesitarían ni agua ni productos químicos para sobrevivir y tendrían la facultad de autorrepararse, lo cual les posibilitaría una suerte de "vida eterna" bastante distinta a la que soñaron las religiones.
Así no serían los extraterrestres para Shostak.
Shostak sostiene que hay que orientar la búsqueda de vida extraterrestre a regiones del espacio que podrían ser atractivas para las formas de vida digitales. "Por ejemplo, lugares con mucha energía disponible, como los centros de las galaxias. Es posible que allí estén los seres realmente inteligentes y tal vez lo que debemos hacer es mirar lugares en el cielo que conectan dos zonas en las que hay mucha energía".
Máquinas inteligentes: los extraterrestres serán capaces de autorrepararse.
En una conferencia que dictó en San Francisco y que se publicó en el sitio especializado Space.com, Shostak relacionó la posible evolución de los extraterrestres con la que han seguido los humanos, desde la invención de la radio hasta forma de vida cada vez más sofisticadas. "Una vez que inventaste una máquina de pensar, vas a querer inventar algo mejor que vos", analizó.
Los extraterrestres no serían mortales.
Será cuestión, entonces, de creer o reventar, y de cambiar los paradigmas que hasta ahora teníamos sobre la vida extraterrestre.