En las últimas semanas se conocieron distintos casos de jóvenes desaparecidas. Padres, tíos y familiares se presentan ante los medios para solicitar ayuda ante la desesperación de no saber dónde están sus hijos. Pero los finales no siempre son felices. Algunas aparecen sanas y salvas y hasta asumen su rapto de rebeldía en cambio otras se juntan con malas compañías o son incluso son asesinadas por sus parejas. Lo agobiante es que muchas siguen desaparecidas y no hay indicios que ayuden a encontrarlas. Sobre el tema, un estudio realizado por el Registro de Chicos Perdidos del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno porteño asegura que tres adolescentes se escapan por día.
Aylin desapareció el lunes al mediodía
Hoy se conoció el de Aylín, una joven del barrio de San Telmo que desapareció al mediodía cuando iba al colegio Otto Krausse. "Alguien la convenció para irse. Ella no haría algo así", aseguró su tío Miguel a los medios. La policía intenta precisar con quién se podría haber encontrado la joven o si fue raptada. “Pedimos que nos dejen ver las cámaras de seguridad”, reclamaron sus familares.
Hace dos semanas la imagen de Luana Garnica, de 16 años recorrió los medios. De acuerdo a lo que dijo su madre la chica se “perdió” a la salida del psicólogo. "Tuvimos una discusión, no eran gritos, sólo una discusión, donde le reclamé por unos chats que ella tenía en la tablet, donde le reclamaban unas filmaciones y unas fotos, y me dijo que no tenía que meterme en sus cosas". Días después se conoció que la mejor llamó a su madre de un locutorio para avisarle que ya no quería vivir con ella y que estaba bien. En el video de seguridad se la puede ver con un peinado distinto y acompañada por un hombre.
Las caras de las jóvenes buscadas en las últimas semanas
Este caso se dió en la misma semana en la que desapareció Carlina, la nena de 14 años que estuvo fuera de su casa durante más de 40 horas. Se evaluaron varias hipótesis pero finalmente, casi tres días después la menor volvió por sus propios medios con su familia y explicó que había huido por sufrir maltrato.
Más casos
Y los nombres de las jovenes siguen. El del peor final es el caso de Chiara, en Rufino. Por su desaparición se rastreó toda la ciudad santafesina por casi una semana y luego fue hallada enterrada en el patio de su novio. Este tipo de antecedentes generan aún más preocupación en los padres que afrontan la incertidumbre de no saber el paradero de sus hijos. También desde el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad se difunde la búsqueda de dos menores que están embarazadas: Débora Aztorga, de 13 años, quién falta de su hogar desde el día 13 de abril y atraviesa el séptimo mes de gestación. A su vez Virginia Cardoso Ramirez. de 16 años, se ausenta desde el 21 de abril y está de cinco meses.
Dos jóvenes embarazadas y desaparecidas
Según los datos surgen del Registro de Chicos Perdidos del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno porteño el año pasado 1.125 adolescentes se escaparon de sus viviendas, es decir que tres adolescentes se escapan por día. Esa cifra se mantiene constante en promedio desde 2010 y todavía hay 30 chicos que se pudieron encontrar.
La titular, Guadalupe Tagliaferri, señala que “la etapa de la adolescencia hay muchos cambios, por lo que es muy común que los chicos no se sientan comprendidos por los adultos responsables de la crianza”. Tagliaferri agregó que “tener siempre abiertos canales de diálogo con nuestros hijos e hijas y establecer pactos consensuados con ellos en lugar de límites impuestos sin explicación, ayuda a que los adolescentes se sientan contenidos y que no vean como única salida posible para la resolución de los conflictos con los padres, el irse de la casa”.
La funcionaria detalló que los adolescentes "una vez que son ubicados se sienten abrumados, sobrepasados por tener que enfrentar un mundo que no conocen, como es el de los juzgados o declarar en cámara Gesell, mientras que en otros casos se sienten aliviados, ya que se escaparon de sus viviendas por situaciones de maltrato".
Algo que es muy común que suceda es que se demonicen las redes sociales y se cuestione el uso de internet por parte de los jóvenes. Tagliaferri aseguró que frente a ello "los padres deben advertirle a sus hijos los riesgos de conversar con extraños inclusive en las redes sociales y estar cerca sin que el adolescente sienta que se le esta poniendo límites". .