A cucharadas, como complemento, con galletitas, en pan o con merengue. Como sea, pero nunca falta la tentación por devorarlo.
El dulce de leche está siempre presente: en caramelos, bombones rellenos, chocolates, arrolladitos, con flanes, con budín de pan, con churros, con facturas, en cañoncitos, bombitas, merengues, tortas, helados, panqueques y en los infaltables alfajores, con unas tostadas y más.
Hoy se celebra su día y es homenajeado en distintas partes del mundo, donde se lo conoce con otros nombres: Doce de Leite, Milk Sweet, Confiture de Lait, Radaby, Fanguito, Cajeta.
A cucharadas: la tentación de azúcar. Como sus nombres, también existen distintas clases, como el tradicional, familiar, repostero, heladero, alfajorero. Se elaboran con leches de vacas holando Argentino, vacas Jersey, ovejas, cabras y búfalas.
Diferentes países se atribuyen su invención, a través de diversas leyendas, aunque no hay un origen definido. En Chile se difunde que el Libertador Gral. San Martín, lo degustaba en el país trasandino, en su estadía tras su gesta Libertadora y que pronto el dulce se traslado a Mendoza y luego a Buenos Aires.
Pero en Francia aseguran que el hallazgo (accidental) ocurrió en la campaña Napoleónica, los veteranos enrolados en el corso, recibían a diario una ración de leche azucarada caliente, un cocinero que estaba preparando la misma, a quien asistió el fragor de la batalla, abandono la olla, con la leche y el azúcar en la hornalla encendida, y al hervir se transformó en Confiture de Lait-Dulce de Leche, tal como lo llaman. De esta manera, el cocinero entró en la historia francesa, como el inventor de este en el año 1815.
El dulce de leche es consumido en gran medida a nivel local.A nivel local, la leyenda es poco original, por no decir copiada de la francesa, dicen que en una estancia de la provincia de Bueno Aires se encontraba una criada mulata del Gral. Juan Manuel de Rosas, preparando la lechada para hacerle unos mates al Gral., que estaba por llegar, para firmar el Pacto de Paz, con el Gral. Lavalle, la misma al darse cuenta que en el catre de Rosas, se encontraba su enemigo, el Gral. Juan Lavalle descansando, salió a pedir ayuda y abandono la olla, con leche y azúcar, en la hornalla encendida y al hervir se convirtió en dulce de leche, en el año 1829. Pero pese a que no puede definirse su origen, si se puede afirmar que en Argentina es donde más se consume Dulce de Leche, en todas sus características y que junto al mate, las empanadas y el asado, forma parte del Patrimonio Cultural Gastronómico Argentino.