"Todos los días es insoportable", "Así no se puede vivir", "Hago lo que se me antoja, total no vivo acá", son tres de las infinitas y graves denuncias que están constantemente compartiendo los vecinos del barrio Villa Crespo en fechas de espectáculos en el nuevo y modernoso, súper cuestionado por su ubicación, Movistar Arena.
Antes de la pandemia habían realizado cortes de calle, semaforazos, volanteadas y otras acciones para poder visibilizar la terrible problemática que invade la intimidad de sus casa, sin embargo nadie hizo nada. "Este megaestadio provoca caos en la vida de los vecinos. Hubieron 91 shows en lo que va del segundo semestre del 2022, lo que equivale a uno cada dos días. Nosotros decimos que el Movistar Arena es como un monstruo que desata su furia contra los vecinos", contó Bárbara, una de las 10 integrantes de la primera ola del grupo Vecinos autoconvocados de Villa Crespo a BigBang! quien, de esta manera, convoca a la protesta que realizarán el lunes a las 19.30 horas en la intersección de las avenidas Corrientes y Dorrego para exigir al Gobierno porteño una respuesta a los diferentes reclamos que tienen desde que comenzaron las obras de lo que ahora es un espacio súper activo.
El predio lindero al estadio de Atlanta, Don León Kolbowski, se convirtió en Movistar Arena en 2017, cuando la Legislatura porteña aprobó la modificación del proyecto que autorizaba la construcción de un polideportivo y, cómo se cayó el techo y no funcionó, se edificó este "microestadio" privado exento de pagar ABL, exento de regulaciones, de todo que funciona desde finales de 2019 y genera todo tipo de molestias que alcanzan hasta más de 10 cuadras alrededor del predio.
"Hubo una audiencia a principios del 2019, previo a la inauguración en el que vecinos y representantes del estadio en el que nosotros hablábamos de los miedos que teníamos por los potenciales problemas que traerían al barrio. Pero ellos opusieron todo con los supuestos beneficios que iba a traer. Que lo que decíamos nosotros era mentira y que no iba a pasar", compartió la integrante del grupo autoconvocado de Villa Crespo.
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Entre los supuestos pro de tener este espacio, Bárbara contó que eran "más seguridad", "más luz" y "otros espejitos de colores". De esta manera, enumeró varios de los conflictos que tienen desde antes del comienzo de la pandemia por COVID-19 y que ahora aumentaron sobre todo en este segundo semestre en el que ya no hay ningún tipo de restricciones: caos vehicular, suciedad, personas acampando en la puerta de tu casa, la calle usada como baño público, concentración de personas que no te permiten el ingreso a tu domicilio, ruidos a cualquier hora, entre otras cuestiones que frustran a los vecinos que intentan descansar y disfrutar de su casa. "Hay personas que, a los inconvenientes que ya habían, denuncian que sienten movimientos en el cuerpo, en sus muebles y que hasta sus mascotas están afectadas", lamentó.
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La voz de los vecinos del barrio afectado por este edificio aprobado por Horacio Rodríguez Larreta lanzó: "Exigimos a la Legislatura y al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se hagan presente y escuchen la protesta de los vecinos porque no se entiende el odio que tiene la Ciudad por los vecinos. Existe un proyecto de ley para que se cambie el uso del megaestadio para eventos deportivos. Es un proyecto que fue presentado hace tres años y nunca fue tratado en la Legislatura. No se puede seguir con un lugar en funcionamiento con recitales todos los días y con 16.000 personas dentro".