En medio de la epidemia de hantavirus que ya provocó la muerte de al menos 12 personas, otras 28 infectadas y cientos de aislados, el foco quedó puesto en la ausencia de campañas de prevención del ex Ministerio de Salud de la Nación reconvertido en Secretaría. Denuncian que desde 2016 hubo un fuerte recorte en las áreas vinculadas a la investigación y prevención de enfermedades endémicas que supera el 80 por ciento.
Los datos surgen de un informe de la fundación Soberanía Sanitaria, al que tuvo acceso BigBang. Allí apuntan al ajuste presupuestario en cuatro áreas clave que no sólo se ocupan del hantavirus. “Advertimos un fuerte recorte presupuestario en toda la Secretaría de Salud desde 2016, en áreas vinculadas al control y la prevención es de entre el 72 y el 80 por ciento”, explicó el vicepresidente de la fundación, Federico Kaski.
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EL RECORTE
Administración Nacional de laboratorios e institutos de salud “Dr. Carlos Malbran”. Se trata de un organismo descentralizado de la Secretaría de Salud que realiza “vigilancia e investigación epidemiológica y clínica de enfermedades transmisibles y no transmisibles”. Allí aseguran que el recorte acumulado entre 2016 y 2019 es del 35,73 %.
Programa de Investigación, Desarrollo y Servicio en virosis humanas de ANLIS. Según Soberanía Sanitaria el recorte entre 2016 y 2019 fue del 28,28 % en el presupuesto.
Programa de Prevención y Control de Enfermedades Endémicas: aseguran que la caída presupuestaria es del 72 por ciento en los últimos tres años.
Área de Prevención Epidemiológica y Control de Enfermedades Agudas: dicen que la caída es aún más profunda, del 80,72 % entre 2016 y 2019.
El cálculo surge no sólo de los recursos asignados, sino del impacto que tuvo la inflación acumulada en los últimos tres años. Kaski aseguró a BigBang que el recorte se traduce en menos campañas de prevención y menos acciones en la región donde golpea con fuerza el hantavirus (la Patagonia, las provincias de Salta y Jujuy, entre otras).
El sanitarista detalló que se debieran haber impulsado acciones al conocerse los primeros casos, en noviembre pasado: "Debieran hacerse todo el año, con trampas para atrapar roedores, ver qué porcentaje está infectado, con qué cepas. Contar de antemano con esa información es clave para cuando se produce un brote, que es muy difícil de evitar”.
Para el vicepresidente de Soberanía Sanitaria, el ajuste presupuestario implica el “desentendimiento” de la Secretaría de Salud en la política sanitaria de las provincias. “En materia de control y prevención de epidemias el Estado no se puede desentender, porque por definición una epidemia no es algo que afecta sólo a una localidad”, agregó.
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HAY MÁS PLATA, PERO RINDE MENOS
En términos porcentuales, la caída en el presupuesto para el ex Ministerio de Salud es de 12,41 puntos porcentuales: en 2018 la cartera que comanda Adolfo Rubinstein contó con $1.514.370, mientras que para 2019 prevé 2.032.135, aunque con un factor central a tener en cuenta: hasta hace unos meses Salud era un ministerio independiente, y tras los cambios de gabinete fue absorbido por el Ministerio de Desarrollo Social, que, entre otras, administra las partidas para planes sociales y la millonaria caja de la ANSES.
Según un artículo de la web Chequeado, publicado en septiembre pasado, el 90 % del presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social y Salud es para pagar jubilaciones y pensiones.
“Salud tiene que tener un posicionamiento técnico: se identifican casos, eso genera una alerta y se sospecha que es de contagio interhumano, se puede prevenir, pero no se puede delegar la decisión a las provincias”, remarcó. En este contexto, la Fundación advirtió que una de las razones por las que se retrasó la comunicación adecuada fue el temor a perder la afluencia turística, sobre todo en la zona patagónica de Epuyén, en Chubut. “El Gobierno podría compensar esa situación con fondos extraordinario y se hubiera limitado ese peligro”, concluye Kaski.