La variante Delta del coronavirus, conocida popularmente como India, es una de las preocupaciones sanitarias más grandes no sólo de la administración del presidente Alberto Fernández, sino también del resto de los líderes del Mundo. Su velocidad de transmisión y su fuerza para evitar el efecto total de las vacunas contra la enfermedad, hacen que los gobiernos estén en alerta constante ante la aparición de la mismas en sus países.
Pero si con esto no alcanzará, en los últimos días se conocieron más detalles sobre los problemas para la salud que genera justamente esta variable. El 11 de junio, el Departamento de Salud de Inglaterra (PHE, por sus siglas en inglés), donde la variante Delta representa más del 90 por ciento de los casos actuales, anunció que ésta es 60% más transmisible que la Alpha. "Por otra parte resultados publicados este lunes correspondientes a Escocia sugieren que Delta duplica las probabilidades de hospitalización con respecto a la variante Alpha”, remarcó en declaraciones a la agencia de noticias Télam el virólogo e integrante del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2, Humberto Debat.
El virólogo señaló que "con respecto a la eficacia de las vacunas es importante destacar que los estudios epidemiológicos y fenotípicos de esta variante son preliminares". Debat repasó que, "de acuerdo a reportes del PHE y a dos publicaciones recientes sobre la fase 4 de inmunización en Reino Unido", la vacuna de AstraZeneca y la de Pfizer conservaron altísimos niveles de eficacia para prevenir hospitalizaciones, tanto con una dosis (con una eficacia promedio de 75 por ciento) o con dos dosis (94 por ciento promedio)".
Sin embargo, estos mismos reportes señalaron que las vacunas fueron menos eficaces frente a la variable Delta en cuanto al desarrollo de síntomas, descendiendo la eficacia a un promedio del 33% con una dosis. En tanto y aunque no dio todavía detalles, el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) anticipó que la vacuna Sputnik V es "la más eficiente contra la variante Delta".