En sus tradicionales audiencias de los días miércoles, el Papa Francisco suele recibir a personas de todo tipo, desde simples turistas hasta artistas, políticos y deportistas.
El Papa, simpático: luce una nariz de payaso en un casamiento.
Sin embargo, esta vez el Santo Padre tendrá una visita que seguramente le arrancará una sonrisa y le llenará el corazón de alegría. Se trata de “Payamédicos”, la ONG sin fines de lucro cuya misión es contribuir a la salud emocional del paciente que se encuentra hospitalizado a través de recursos psicológicos y artísticos relacionados con el payaso teatral: juegos, música, arte y magia.
La organización nuclea a 4000 payasos y 40 formadores en nuestro país.
Antes de abordar el avión que los llevará a Roma, BigBang entrevistó a uno de ellos en el hall de Ezeiza. “Somos un grupo de artistas por la paz. Payamor, paz, amor y humor por un mundo mejor”, explicó “Verdín vaporín”, quien trabaja en equinoterapia y recorre diferentes hospitales para brindar un poco de alegría desde 1992.
QUIÉNES SON
“Nunca nos interesó cobrar, hasta pagaríamos por hacerlo”, afirma José Pellucchi, médico psiquiatra y fundador de la ONG que nuclea a 4000 payasos de hospitales y 40 formadores en nuestro país.
En la Ciudad de Buenos Aires funcionan como voluntariado, ad honorem, desde hace más de 20 años. “Tenemos convenios y dimos clases. Creo que ellos también van a hacer una ley”, explica Pellucchi a propósito de la sanción de la ley en la provincia de Buenos Aires, que incorpora al “Payaso de Hospital” en los servicios de pediatría.
Su misión es alegrar a los niños que se encuentran internados.
“Nos fuimos desarrollando mucho desde lo teórico. Se nos hacía difícil hacer cursos en una actividad que era ad honorem”, reconoce Pellucchi, para luego agregar que “hay una posibilidad de que esto sea una carrera y para eso es necesario que sea una salida laboral: que se estudie, que los payamédicos puedan mantener a su familia, que sean contratados en los hospitales”.
El creador de la organización sostiene que todavía falta reglamentar cómo va a ser la actividad y cuánto van a cobrar por su trabajo. “Los payamédicos están creciendo en todo el país”, se entusiasma, al tiempo que comenta que en Mendoza, Córdoba, Formosa y Chaco “está por hacerse la ley”.
REQUISITOS
Para ser un payaso de hospital hay que tener una preparación y saber cómo tratar a las personas que están internadas. Los aspirantes deben tener secundario aprobado y hacer un curso que dura un año, que incluye una parte teórica, prácticas dentro de hospitales y una formación artística, que incluye música, juegos, teatro, magia y humor. Y, si bien lo más habitual es verlos junto a los chicos, tratan con personas de todas las edades y con cualquier tipo de enfermedad.
CÓMO ACTÚAN
Cada “show” consta de cuatro actos. Primero, se analiza el caso particular del paciente. Luego, los payasos se ponen el vestuario, el maquillaje y hacen su “performance”. Después, se reúnen para conversar sobre lo que pasó y, por último, llega el momento de hacer un análisis y sacar conclusiones. Por lo general, consultan con psicólogos y psiquiatras.
Los payamédicos, en el pasillo de uno de los hospitales que visitan.
Sin embargo, Payamédicos no es la única organización que lleva alegría a quienes más lo necesitan. Alegría intensiva es otra ONG que festejó la aprobación de esta ley en Buenos Aires. “La felicidad que nos provoca tiene su semilla tiempo atrás, porque sumamos al desarrollo de esta norma nuestra experiencia de ocho años de trabajo. Ya hemos alegrado aproximadamente a 230.000 niños, sus familias y al personal de los establecimientos de salud”, explicaron desde la misma.