La violenta muerte de Rodrigo Espíndola, el defensor de Nueva Chicago, en Monte Grande y el crimen de un ayudante mayor de la Prefectura Naval Argentina en General Pacheco, pusieron nuevamente en alerta a las autoridades nacionales por estos crímenes producidos bajo la modalidad denominada "entradera", que van en aumento.
Espíndola fue asesinado a sangre fría en Monte Grande.
Si bien este tipo de hechos delictivos nunca "pasaron de moda" comenzaron a hacerse más frecuentes en la provincia de Buenos Aires. Lanús supo ser una localidad signada por las entraderas, pero hoy en día casi ningún municipio está exento de este tipo episodios, que muchas veces terminan con la vida de las personas que son interceptadas al entrar en su casa para robarles.
Crimen a sangre fría
La noticia que conmovió en las últimas horas fue el del jugador de Chicago, de 26 años, quien fue asesinado a balazos a al intentar evitar que su hijo y su esposa sean víctimas del asalto con entradera en la puerta de su casa, en la ciudad bonaerense de Monte Grande.
Hace tan sólo tres días atrás, el prefecto Guillermo Toledo, de 50 años, fue asesinado de dos balazos en la cara por motochorros que quisieron robarle la camioneta cuando llegaba con su nieta a la casa de su hija en el partido de Tigre, según indicaron fuentes de la fuerza de seguridad.
El prefecto Guillermo Toledo fue asesinado de dos balazos en la cara.
Al tomar visibilidad este tipo de episodios, pareciera ser que las fuerzas de seguridad se ponen más activas. Así es que en las últimas horas personal de Asuntos Internos y de la Fiscalía N° 29 detuvieron al sargento Jorge Gómez acusado de liberar zonas del Gran Buenos Aires para que los delincuentes puedan realizar entraderas.
El sargento Gómez pertenecía al comando de Patrullas de Lomas de Zamora y fue investigado por alrededor de un año. La protección que el policía daba a los ladrones se conoció luego que la Policía desbarató una megabanda dedicada a entraderas en varios partidos del conurbano bonaerense.
Las cifras
El Ministerio de Seguridad de la Nación volvió a relevar estadísticas criminales en el país, luego de que estas fueran discontinuadas en 2008. De las mismas se extrae que las entraderas no se encuentran tipificadas como tal, pero algunos números pueden dar indicios del panorama al cual se enfrentan los ciudadanos.
Ente los "delitos contra la propiedad", los "Robos agravados por el resultado de lesiones y/o muertes" ascendieron en 2015 a 9.416 casos; y las "Tentativas de robo agravado por el resultado de lesiones y/o muertes" fue de 1.101 en 2015.
En lo que refiera a las estadísticas para robo de viviendas en Capital Federal se contemplan dos modalidades: sin personas en el hogar y con los moradores privados de su libertad, lo que se conoce como “entraderas”. Según relevamientos de las fuerzas de seguridad, enero, dadas las vacaciones, es el peor mes para dejar la casa vacía y los ataques generalmente se dan entre las 8 a 20 horas. En casas vacías, en enero de 2015 ocurrieron 403 robos.
En lo que respecta a entraderas, diciembre es el mes más crítico, ya que con las fiestas y el comienzo de las vacaciones, esta modalidad se acrecienta escolares. El año pasados se registraron 118 casos.
En conjunto para ambas modalidades, durante todo 2015, hubo 4450 hechos. Palermo es la zona más insegura: superó los 280 casos. Le siguen Flores y Balvanera, con 240 hechos.
Prevención
Según la empresa de seguridad ADT el 90% de los robos se producen cuando las personas entran o salen de sus hogares. Algunos consejos para prevenir este tipo de delitos pueden ser molestos a la hora de implementarlos, pero necesarios para los días que corren.
Cambiar la rutina cotidiana, ya sea horarios como trayectos para volver y salir del hogar.
Tener siempre las llaves a mano para entrar rápido a la vivienda.
Iluminar los ingresos a la casa.
Avisar a algún conocido antes de llegar a su hogar.
Si ingresa caminando (no en auto) intentar estar “acompañado” telefónicamente.
Si se ingresa con niños, priorizar primero su ingreso.
Prestar atención a la presencia de desconocidos o sospechosos en las inmediaciones. Si esto sucede acuda a un vecino.
Despejar el ingreso a la casa de plantas u objetos que obstaculicen la vista.
Asegurarse de que que el número de su casa esté visible para la policía y los vecinos.
Implementar, en la medida de lo posible, botoneras antipánico o control remoto de portones.