Una falsa amenaza telefónica de bomba que llegó al servicio del 911 generó que la Policía Federal Argentina (PFA) despliegue un fuerte operativo en el Palacio de Justicia nacional de la calle Talcahuano al 550 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En el medio, anunciaron que el edificio se había evacuado por completo, pero hubo testimonios de trabajadores que no salieron del edificio. Cabe destacar que el personal policial era el único que podía estar dentro.
El operativo cerrojo alrededor del edificio histórico duró dos horas durante la mañana de este lunes. Mientras que dentro del lugar podía circular personal del Escuadrón Antibombas de la PFA, el perímetro estuvo a cargo de efectivos de la Comisaría Vecinal 1 B de la Policía de la Ciudad. Fue el juzgado interventor el que determinó que no ingresen más que los federales al edificio.
Según se reportó, hubo trabajadores que se quedaron dentro del predio durante todo el operativo y que no fueron evacuados, aunque se confirmó que otros de pisos intermedios sí lo hicieron. "Nos quedamos adentro, mientras que a nuestros compañeros que llegaron después no los dejaron entrar", declararon a Infobae.
Los investigadores de la falsa denuncia todavía no tienen indicios de cuál puede ser la razón de la amenaza telefónica que afirmó que el artefacto explosivo estaba en "un rincón" del lugar, en el sentido de la necesidad de paralizar el edificio durante toda la mañana del lunes. Al menos, no informaron a la prensa si están detrás de alguna pista de las razones de la llamada.
Lo cierto es que en la semana pasada también hubo otra emblemática falsa alarma tras un anónimo que aseguró al 911 que había una bomba en el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), la misma institución que sufrió un atentado antisemita el 18 de julio de 1994, que dejó como resultado 85 muertos.
La falsa alarma generó un despliegue policial que intervino en el predio de Pasteur al 600 para descartar la existencia de explosivos activos. La intervención estuvo a cargo de la Comisaría Vecinal 3C, el Escuadrón Antibombas y hasta los Bomberos, quienes se encargaron de cerrar el tránsito de la zona para evitar posibles incidentes.
Antes que la bomba a la AMIA, hubo otro atentado antisemita en la Embajada de Israel el 17 de marzo de 1992, en el cual murieron 22 personas tras que explotara una bomba que, además, tuvo un saldo de 242 heridos. Habían cargado una camioneta F100 y la habían dispuesto para que estalle, al igual que hicieron con la mutual.