por Candela Toledo
30 Abril de 2023 08:00El clima de desconcierto reina en la Argentina. Después de más de diez días de corrida cambiaria y un golpe de mercado que potenció la volatilidad del dólar blue e hizo estallar -una vez más- las remarcaciones de precios, son muchos los que se preguntan cuál es el impacto real en la salud psicológica de los argentinos y argentinas.
“Frente a la inestabilidad, cuando estamos bajo arenas movedizas, las personas tienen la sensación de haber perdido el control de las cosas. Esto produce que uno esté muy preocupado por el día a día, por la comida, por los gastos mínimos diarios; y ya no proyecta tanto a corto, mediano y largo plazo”, explica a BigBang Beatriz Goldberg, psicologa y escritora del libro Dime cómo te llevas con tu dinero y te diré quién eres.
La incapacidad de poder proyectar aunque sea a corto plazo potencia la ansiedad. “Cuando no hay tanta inflación o cuando el tipo de cambio está más estable, la gente tiene la tranquilidad de que puede controlar sus gastos, su vida, lo que come, lo que hace, lo que puede pagar o cómo va a disfrutar sus momentos de ocio”, suma.
La gente siente que no puede hacer proyectos y eso la inhibe, la deprime, las pone mal porque las planificaciones son combustibles para las personas"
La profesional consideró que “el dinero es un representante de la seguridad”. Lo cierto es que cuando comienza a ser cada vez más escaso, la relación con el dinero puede derivar en cuadros de angustia y depresión. “La gente siente que no puede hacer proyectos y eso la inhibe, la deprime, las pone mal porque las planificaciones son combustibles para las personas. Trae problemas psicosomáticos, estrés, por no poder controlar todo y estar bien”, explicó.
Por su parte, la psicóloga Romina Colucci coincide con su colega. Para ella, “la situación económica obviamente tiene un impacto en el bienestar psíquico” de las personas.
“Por ejemplo, uno ve que se dispara el dólar y ya automáticamente piensa y sabe que esto va a tener un impacto en el supermercado. Esta incertidumbre, a su vez, también genera mucha ansiedad, genera frustración. Esto también depende de cada sector de la sociedad, no a todos los impacta de la misma manera”, advirtió.
Esta incertidumbre, a su vez, también genera mucha ansiedad, genera frustración"
Las personas a menudo priorizan sus necesidades inmediatas en lugar de proyectar a largo plazo, incluyendo la terapia. Algunos tienen miedo de comprometerse por un período de tiempo prolongado por falta de recursos económicos.
“Hay sectores que no pueden acceder directamente a una atención psicológica o a realizar una consulta. Entonces, tal vez, para un sector social más vulnerable, la preocupación básica es qué le va a dar de comer a tus hijos el día de mañana. Esto se pone en el horizonte como la prioridad”, señaló.
Colucci consideró que las huellas de la pandemia aún persisten y siguen afectando a la sociedad: “El aparato psíquico debe soportar una seguidilla de situaciones, de eventos, que obviamente dejan su impacto. Sigo insistiendo en que si bien nos impacta a todos, la mayoría no percibe el mismo acceso a la contención psicológica”.
La inestabilidad económica también impacta en los sectores sociales que aún tienen un "resto" para poder continuar con las sesiones, aunque muchos optan por reducir los encuentros mensuales por un tema de costos. "en muchos pacientes el tema económico se cuela como preocupación. Por ahí te piden venir cada 15 días, para espaciar la cantidad de sesiones. Desde nuestro lugar, obviamente lo entendemos, porque estamos atravesados por lo mismo”, cerró.