Una de las principales corrientes que alimentan la oposición a la legalización del aborto está directamente influida por la concepción católica sobre el comienzo de la vida.
Los argumentos religiosos se oponen a los científicos en la discusión alrededor del aborto.
Lo cierto es que la idea de que la existencia de una persona comienza en la concepción es casi una excepción en el universo religioso. Las religiones mayoritarias, en general, no tienen una posición establecida y firme al respecto.
El judaísmo y su relatividad
Aunque la ley judía permite el aborto sólo si el embarazo constituye un peligro para la vida de la madre o en otras circunstancias extremas (como la violación, el incesto o problemas de salud graves en el feto), la interpretación del hecho difiere según diferentes congregaciones y escuelas.
Sí hay acuerdo en la ley judía en el hecho de que el aborto no es considerado un homicidio. "Solamente cabe referir al homicidio cuando se da muerte a una persona que se desprendió del seno materno", aclara Isaac Sacca, presidente del Consejo Rabínico Menora, en un artículo de Infobae.
"Si una mujer se presenta ante mí y me dice 'quiero abortar', mi obligación como rabino es contestarle que eso no está permitido, pero le pido que se siente y me cuente su situación, ya que luego de escuchar el caso y hacer las consultas pertinentes a otras autoridades rabínicas y a profesionales de otras áreas puede ser que se le autorice la realización del aborto", suma por su parte Adrián Herbst, rabino de NCI Emanuel, en diálogo con Radio Jai.
En el Islam, no hay vida desde la concepción
En el Islam, al igual que en el judaísmo, el aborto -en principio- se tolera para evitarle peligros graves a la madre y antes del momento de "insuflación del alma", donde comienza la vida. Algunas escuelas también lo permiten si el feto tiene defectos físicos o mentales serios.
Así, y difiriendo según las diferentes tradiciones islámicas, el instante donde inicia la existencia de una persona oscila entre los 40 y los 120 días de embarazo. Si el aborto sucede antes de este momento, está permitido.
De hecho, para algunos juristas musulmanes, la interrupción de un embarazo antes de los 40 días constituye un coitus interruptus, no un aborto.
En caso de violación, finalmente, el aborto es permitido antes de la "insuflación del alma" tanto por malformaciones o deficiencias, como en el caso de peligro para la salud mental de la madre o en mujeres discapacitadas física o mentalmente.
Para el budismo, cada caso es particular
Aunque el budismo interpreta al aborto como la destrucción de una vida, no existe al mismo tiempo una norma general en relación a su prohibición o aprobación, sino una tendencia a tomar en cuenta las particularidades de cada caso.
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Así, y aunque aclaró que en su opinión personal constituye un crimen, Hring Yun, fundador del movimiento Fo Guang Shan, señala en diálogo con La Nación que "el aborto, no es un asunto que la ley pueda resolver ni que los defensores de ella puedan establecer. La persona que tiene más derecho para decidirlo es la madre del bebé y se debería respetar esa decisión, ya que ella es quien soportará las consecuencias".
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"Desde un punto de vista budista, el aborto es un acto de matar. Pero si el niño por nacer sufrirá de retraso mental o si el nacimiento creará problemas serios para la madre, puede haber excepciones. Creo que el aborto debe aprobarse o prohibirse de acuerdo a cada circunstancia", detalla mientras tanto el Dalai Lama en una entrevista de 1993 con el New York Times.