06 Marzo de 2025 07:56

El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) vivió una jornada de caos este miércoles debido a un apagón masivo que afectó a más de 700.000 hogares. Aunque el servicio comenzó a restablecerse, aún quedan 9.886 usuarios sin luz, lo que agrava la crisis energética en plena ola de calor. Uno de los sectores más golpeados por la falta de suministro eléctrico fue el transporte público. La estación Retiro quedó inoperativa, lo que generó complicaciones en la Línea Mitre, cuyos ramales operaron con servicio limitado: el Ramal Tigre circula hasta Belgrano C; el Ramal José León Suárez opera entre Belgrano R y Suárez, y el Ramal Bartolomé Mitre hasta Belgrano R.
Mientras tanto, otras líneas ferroviarias como Roca, San Martín, Belgrano Sur y Sarmiento mantuvieron su servicio con normalidad. Sin embargo, la falta de semáforos en distintos puntos de la ciudad provocó un colapso vehicular y largas demoras en las paradas de colectivos, donde los pasajeros buscaban alternativas de movilidad. El corte de energía ocurrió en una fecha irónica: el Día de la Eficiencia Energética en Argentina. Las fallas se produjeron en dos momentos clave del día.
La primera interrupción se registró a las 5:50 de la mañana, afectando a 550.000 usuarios. Aunque el servicio se restableció parcialmente, a las 12:40 se produjo un nuevo corte que dejó sin luz a más de 622.000 hogares. Pasadas las 17:00, cerca de un tercio de los afectados continuaba sin suministro. La crisis energética también provocó una sobrecarga en los servicios de emergencia.
Se reportaron más de 50 personas atrapadas en ascensores, electrodependientes asistidos por bomberos y comercios obligados a cerrar sus puertas por la imposibilidad de operar sin electricidad. La ola de calor, con temperaturas que superaron los 44 grados de sensación térmica, agravó aún más el impacto del apagón. Los bomberos de la Ciudad de Buenos Aires realizaron más de 120 intervenciones, incluyendo rescates en ascensores, asistencia a personas con movilidad reducida y atención a electrodependientes. Los barrios más afectados fueron Boedo, Caballito, Constitución, San Telmo y la Avenida Corrientes.
Según fuentes del sector energético, el apagón se originó por fallas en dos líneas de alta tensión de 220 kV que conectan la zona de Costanera y Hudson. Además, la salida de servicio de las centrales Dock Sud y Central Puerto contribuyó a la crisis. El Gobierno apuntó contra Edesur por la falta de mantenimiento en la infraestructura eléctrica y anunció una inversión en la línea de alta tensión "AMBA I", que conectará Vivoratá con Plomer. El proyecto, con un costo estimado de 1.000 millones de dólares, busca mejorar la capacidad de transmisión en la región, aunque su concreción aún está en etapa de licitación y podría tardar entre 24 y 36 meses.
Mientras tanto, miles de usuarios siguen esperando la normalización del servicio eléctrico, en medio de una crisis que expone las deficiencias estructurales del sistema energético argentino.