A cuatro meses de la desaparición, poco y nada se sabe del submarino ARA San Juan ni de los 44 tripulantes que llevaba a bordo, en una misión que regresaba a Mar del Plata desde Tierra del Fuego. Tras 120 días, la nave es buscada solo por dos buques de la Armada, y los familiares harán hoy tres actos para exigir la aparición. Ayer el Gobierno admitió que realizaba tareas de espionaje.
Los destructores La Argentina y Sarandí son los únicos buques que buscan al ARA San Juan en la zona de operaciones. Realizan tareas de mapeo del fondo continental, por medio de sonares que detectan objetos. Durante los primeros dos meses de búsqueda participaron buques de las armadas de Francia, Reino Unido, Rusia y Estados Unidos, entre otros, que ya regresaron a sus países.
El submarino es buscado solo por dos buques de la Armada.
Según La Nación, el Angelescu, perteneciente al Ministerio de Agroindustria, se encuentra camino a Buenos Aires y por el momento tampoco volverá a incorporarse a la búsqueda del ARA San Juan. Hasta el momento, la hipótesis central a cuatro meses es el ingreso de agua a las baterías, por medio de la tubería del snorkel, que ocasionó el cortocircuito mortal.
La semana pasada se supo que el 15 de noviembre a las 7.19 le comunicaron a la Base Naval de Mar del Plata que se encontraban fatigados y con “intenciones de descansar”, según señaló en esa comunicación el comandante del submarino, capitán de fragata Pedro Fernández, quien indicó que luego buscarían evaluar los daños en el tanque de baterías.
La última novedad del caso fue informada ayer por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, durante su exposición ante la Cámara de diputados. Una de las preguntas rondaba en torno a la misión que realizaba el submarino ARA San Juan. En su respuesta, el funcionario detalló que “el objetivo táctico prioritario era la localización, identificación, registro fotográfico/fílmico de buques frigoríficos, logísticos, petroleros, buques de investigación de otras banderas, que se encontraran realizando alijo (fraude) con un buque pesquero”.
Ayer el jefe de Gabinete explicó ante el Congreso qué hacía el ARA San Juan.
“Como objetivos materiales secundarios de esta actividad se establecieron buques y aeronaves que operan desde las Islas Malvinas”, agregó el jefe de ministros, quien remitió un documento supuestamente confidencial que ya había sido publicado por medios de comunicación, con fecha del 24 de octubre, donde se ordena: “Es de interés de este comando obtener la identificación mediante imágenes fotográficas o video de los buques de interés en dicha área (denominada 'Juliana') y registrar su actividad”.
Lo curioso es que en ese listado, además de incluir barcos pesqueros, se mencionan las “Aeronaves RAF130” - de la Real Fuerza Aérea Británica - y “de gobernación Malvinas”. Según el cronograma detallado en el documento, en la fase II de la etapa 4 el ARA San Juan debía realizar un despliegue en el área “Milagros” para proceder a un ejercicio de “ataque submarino”, a partir del 15 de noviembre, el día en el que se contactó por última vez con la Base Naval.