Las llamas no se detienen. El fuego que provoca incendios forestales hace diez días en San Luis, con grave destrucción de flora y fauna serranas, "está latente" y se dirige al norte de la sierra central, según informó un propietario de la zona de Estancia Grande, mientras un comité de crisis afronta incendios en Los Molles y Villa de la Quebrada, informaron fuentes ministeriales.
"Los aviones han realizado ataques directos en los flancos de las sierras con excelentes resultados, a los que hay que sumar las tareas terrestres de la construcción de contrafuegos que están dando los resultados esperados", dijo la ministra de Seguridad, Beatriz Alaggia.
Las 100 personas evacuadas anoche en la zona de Los Molles han regresado hoy a sus hogares, tras haberse comprobado el control total de los focos ígneos en ese lugar, aunque continúa la guardia por cenizas activas.
"El fuego está latente y se dirige al norte, hacia El Trapiche, en toda la lonja de la sierra", sostuvo el abogado Lucas Almirón, propietario de una vivienda en Estancia Grande que colabora con los bomberos en el control del fuego, que amenazó su propia vivienda y fue sofocado por la comunidad.
Las llamas se devoraron todo.
Almirón contó que "hay personas y viviendas evacuadas, y se ha podido lograr preservar la vida de las personas por todos los lugares por donde pasó el fuego, aunque se ha perdido la fauna y la flora de todas las sierras centrales de San Luis".
"El problema principal es que el fuego, que en un llano avanza por el viento, en la sierra baja en abanico hasta abrirse hacia todos lados, y cuando se abrió para el norte, avanzó de Potreros de los Funes a Susques, a Los Molles, y volvió a Potreros", describió.
Hasta el momento, el incendio se devoró 8500 kms.
En las zonas serranas, los bomberos ascienden con mochilas de 30 litros de agua, equivalentes a 30 kilos, y es muy complicado reponer la carga si no se opera con aviones hidrantes.
Los integrantes de los cuerpos de bomberos reconocieron que a pesar de los avances obtenidos, la situación sigue siendo complicada, ya que se depende de las condiciones meteorológicas y el pronóstico no es alentador para la provincia, pues se auguran épocas de sequías y continuidad de fuertes vientos.
El panorama mejoró pero sigue siendo imprevisible.
Las autoridades precisaron la cantidad de hectáreas quemadas ni pudieron hacer todavía una evaluación de los millonarios daños sufridos por muchas familias puntanas.
Los integrantes del Comité Interministerial informaron que el trabajo de los brigadistas continuará durante la noche y la madrugada.
"El panorama ha mejorado pero sigue siendo delicado e imprevisible ", dijeron los jefes de los cuerpos de bomberos voluntarios que están trabajando en estos lugares de crisis.