Las víctimas argentinas de hechos delictivos en Brasil ya son parte de una triste postal que se repite año tras año. El asesinato de una joven chaqueña de 24 años que fue asaltada en madrugada de hoy en Copacabana, Río de Janeiro, pasó a formar parte de ésta fatídica estadística.
Laura Viana había llegado a Brasil el fin de semana junto a su marido y su hijo de cuatro años. Mientras se encontraba con dos amigas en la playa de Copacabana fue asesinada de una puñalada durante un asalto.
Viana viajó de vacaciones con su marido.
Sin embargo, para Sebastián D' Alessio, Consul de Argentina en Río de Janeiro, se trata de un hecho aislado. “'Es el primer caso de homicidio de un argentino desde 2011. Copacabana es un lugar super turístico. La presencia policial es intensa. Lo que le jugó en contra a las chicas es el horario, ya que eran las dos y media de la mañana y se encontraban solas en un área muy extensa'.
La policía militar aumentó en los úitimos años su presencia en las playas.
Al mismo tiempo que los agresores fueron detenidos por las autoridades brasileñas, Viana falleció en el Hospital Miguel Couto.
Los asaltantes fueron detenidos inmediatamente en la playa de Copacabana.
Fatídica cronología
Los antecedentes de hechos similares en el país vecino son muchos y lejos está de pensarse el caso de la joven chaqueña como un “hecho aislado”. Uno de los más relevantes fue el Adriana Collado de 31 años, ocurrido en noviembre de 1993. La argentina fue víctima de un intento de abuso en el hotel Marina Palace donde se hospedó durante sus vacaciones. Collado se resistió y fue asfixiada. El argentino Rafael Arrieta, quien era guía y residía en Brasil, fue condenado por este hecho.
El 7 de julio de ese mismo año Sergio Alvarado, un salteño de 22 años que se encontraba de luna de miel en Río de Janeiro fue interceptado cerca del estadio Maracaná por tres hombres que le exigieron que les entregara su video cámara. Al negarse, lo asesinaron de dos dispararos en la cabeza.
os años después Mauricio Belaurde fue asesinado al resistirse a un asalto en Copacabana. El ladrón le cortó la ingle con una botella rota y el joven de 24 años murió desangrado camino al hospital. Días después el asaltante fue detenido y dijo que sólo quería robar la cámara fotográfica para revenderla en unos 20 reales.
El ingeniero Gustavo Antonio Brunetta, de 52 años, fue asesinado a balazos el 13 de septiembre de 2007 en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, también al resistirse a un robo.
El 4 de enero de 2011 el radiólogo Raúl Baldo, de 48 años, fue asesinado de un tiro en la cabeza frente a su esposa e hijos por un delincuente que lo asaltó cuando buscaba alojamiento en calle Rudolf Hickel, de Canasvieiras, Florianópolis.
En aumento
En lo que va del año ya son varios los episodios de asaltos a argentinos en la costa brasilera. Cuatro familias argentinas fueron víctimas en los últimos días en el sur de Brasil. Entre ellos se cuenta una pareja chaqueña que fueron asaltados por ladrones en la ruta, a 300 kilómetros de Florianópolis. Otras dos familias bonaerenses fueron robadas en una casa alquilada en la localidad de Palhoça y un cuarto matrimonio correntino padeció la inseguridad en el balneario de Cachoeira do Bom Jesús.
Miles de turistas argentinos llegan a Brasil todos los años.
A ellos se suma el de enero pasado, donde una familia cordobesa fue atacada a tiros sobre una ruta de Brasil durante un presunto intento de robo ocurrido mientras viajaban hacia la ciudad de Florianópolis para pasar sus vacaciones. La familia de Dario Osvaldo Agüero, un mecánico cordobés de 42 años, sufrió el ataque a tiros en el vehículo en Passo Fundo, en la región norte del Estado de Porto Alegre. El conductor a pesar de los tiros, siguió su camino, por lo que los delincuentes desistieron y se dieron a la fuga.
Cerca de convertirse en una estadística, los crímenes contra argentinos en Brasil ya son noticia cada temporada.