Si bien el dengue existe hace décadas, en el último tiempo llegó a localidades donde no era habitual. Luego de un verano donde la propagación de aquella enfermedad viral transmitida por el Aedes Aegypti escaló dejando grandes afectados, llegó la vacuna para controlar el virus.
En un paso significativo para la salud, Argentina comenzó a implementar la primera vacuna aprobada contra el dengue, la cual busca reducir los impactos de la enfermedad, que aumentó drásticamente debido al cambio climático. Es por esto último, que se lanzó la vacunación antes de que comiencen las altas temperaturas.
¿Quienes podrán vacunarse?
En Capital Federal, la aplicación de las dosis se realizará por etapas, ya que las dosis están limitadas. Una primera, será para los jóvenes de 15 a 19 años, que da paso a una segunda franja etaria de 20 a 29, dejando para lo último, los adultos de 30 a 39 años. Esto será hasta que las vacunas se agoten. Además, quienes soliciten la vacuna deberán ser residentes de CABA, un requisito que queda fuera de negociación.
Podrán exceptuarse del rango etario aquellas personas que hayan viajado a áreas endémicas. Cabe resaltar, que no es obligatorio haber tenido dengue previamente para recibir la vacuna, a diferencia de otras opciones como Dengvaxia, que se usa solo en personas que ya han contraído el virus.
Dónde vacunarse:
Aquellos que deseen hacerlo, podrán acercarse a hospitales públicos, centros de salud y vacunatorios habilitados en CABA. También se espera que estén disponibles en algunos centros de vacunación privados.
El dia del turno deberán asistir con:
- Documento de identidad que acredite la residencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
- Asignación de turno web, el cuál se solicita a través de la web del gobierno de la ciudad
- No es necesario acudir con receta médica.
Qdenga es la vacuna aprobada por la ANMAT, la cual llegó a Buenos Aires. La misma se administra en dos dosis, con un intervalo de tres meses entre ellas. La protección completa se alcanza aproximadamente dos semanas después de la segunda dosis.
Aunque se demostró que es un insumo seguro y efectivo, como cualquier vacuna puede causar algunos efectos secundarios. Entre ellos: reacción en el lugar de la inyección, es decir dolor o enrojecimiento de la zona. Además, síntomas leves y transitorios, como ser fiebre leve, dolor de cabeza, fatiga o cansancio, dolor muscular o en las articulaciones, o malestar general.
Así como hay riesgos en juego, también hay beneficios que hacen a la ciencia aprobar este tipo de vacunas. Es así, que la dosis habilitada en la ciudad protege contra los cuatro serotipos del virus del dengue (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4), lo que ayuda a prevenir tanto las formas leves como las graves de la enfermedad, al mismo tiempo que reduce significativamente el riesgo de hospitalización y complicaciones severas asociadas con el dengue.
Por último, es importante decantar que aquellas personas vacunadas podrán ser portadoras de la enfermedad una vez vacunadas. Sin embargo, la dosis complicaría el desarrollo del virus, apaciguando los síntomas del paciente, así como también reduce el tiempo en que permanece en el cuerpo.