04 Julio de 2017 18:01
Preso durante casi dos años, el personal trainer Carlos Colosimo -tío de Wanda y Zaira Nara- ya enfrenta al tribunal que juzgará su culpabilidad en un caso donde se lo acusa de abuso sexual gravemente ultrajante en concurso con promoción de la corrupción de menores y tenencia ilegítima de arma de guerra.
Hoy al mediodía, Colosimo ingresó a la sala de audiencias de los tribunales de San Isidro para enfrentar al Tribunal Oral Criminal N° 3, presidido por el juez Maximiliano Savarino
Carlos Colósimo ya lleva dos años preso.
Las víctimas fueron tres niñas de 11 años, compañeras de colegio de la hija del acusado en el colegio Nuestra Señora del Refugio en Boulogne.
De acuerdo con lo que relataron las nenas en Cámara Gesell, Colosimo las invitaba a pasar tiempo con él en su hogar y en una lancha de su propiedad para luego someterlas a manoseos.
Mientras tanto, el abogado del personal trainer, Jorge Cesaro ya presentó cuatro testigos. Entre ellos está la ex mujer del acusado, que autorizó que la hija de ambos también sea indagada.
Además, el letrado evaluaba la posibilidad de pedir la nulidad del expediente aduciendo que no lo habían dejado examinarlo en la fiscalía.
Acusaciones aberrantes
Colosimo, hermano de la madre de Wanda y Zaira, era fisicoculturista, personal trainer y también trabajaba como custodio. Vivía en San Isidro con un buen pasar económico.
Colosimo (a la derecha) en la boda de Wanda Nara y Mauro Icardi.
Sin embargo, su rostro real comenzó a verse cuando una compañera de colegio de su hija le confesó a una maestra que la había manoseado en varias oportunidades. Pronto, otras niñas sumaron su testimonio.
En una de las denuncias, puede leerse que la víctima declara "que el papá de la amiga le tocaba las partes íntimas de su cuerpo, los genitales, y lo hacía cuando la mamá de su amiga no se encontraba”, y que "también había visto cuando dicha persona se paseaba por la casa luego de bañarse desnudo, mostrando sus genitales".
"Despecho"
Ante las denuncias, Colosimo ensayó una insólita defensa. Según él, las niñas fabulaban y lo denunciaron por "despecho" porque sentían un "amor platónico" no correspondido.
El abusador dijo que las víctimas lo acusaron por "despecho".
"La nena que me acusa de violación, primero me llamaba por el nombre, después entró en confianza y me empezó a llamar 'Cachi', mi apodo, y después 'papá'. A mí no me gustaba, porque si el padre se enteraba era como que lo desmerecía", contó luego en una entrevista con Marcelo Polino desde la cárcel.
"La nena siempre se quería quedar a dormir, sacarse fotos con Wanda, porque la madre es súper cholula", agregó. "Esa nena se sacó una foto conmigo a caballito, después me enteré que esa foto la usó de perfil en Twitter hasta hace un mes".