14 Mayo de 2017 08:42
Un capítulo doloroso en la vida de Mirtha Legrand se cerró la semana pasada cuando tres personas acusadas de sustraer joyas y dinero de su hogar fueron absueltas por la Justicia.
Para Mirtha, el fallo en el caso del robo "deja muchas dudas".
Ellos son Lina Díaz, ex empleada doméstica de la diva de los almuerzos, su pareja Jorge Petrak, y su hijo Orlando Jiménez. Procesados por "robo agravado por su comisión con arma de fuego", la jueza Ana Dieta de Herrero determinó que no había pruebas suficientes para condenarlos.
"Es un fallo que, a mi entender, deja muchas dudas e interrogantes", comentó Legrand en su programa anoche aclarando que, de todas formas, no lo apelará judicialmente.
La conductora también admitió tener "sentimientos encontrados" alrededor de Díaz, quien trabajó durante largos años en su casa y en sus almuerzos televisivos. "A Lina siempre la voy a querer. Estoy rara, porque si ella iba presa para mí iba a ser un disgusto tremendo, pero al mismo tiempo había pruebas muy contundentes", explicó.
Un golpe audaz
El hecho en el cual resultó damnificada Legrand ocurrió el 5 de diciembre de 2010, día en el cual ella no se encontraba en su casa: había viajado a Entre Ríos para participar de un evento.
Lina Díaz, la empleada doméstica señalada como entregadora del robo.
Luego de reducir al portero del edificio, ubicado sobre Av. Del Libertador, tres hombres armados y encapuchados entraron al hogar de Mirtha utilizando un juego de llaves.
Allí, lograron abrir una caja fuerte de la cual sustrajeron 20 mil dólares, 500 mil pesos y joyas valuadas, según se rumoreó, en un millón de dólares. Además, se llevaron el CPU de la computadora que guardaba las imágenes de las cámaras de seguridad.
En ese marco, Díaz, su marido y su hijo fueron señalados como facilitadores: habrían entregado a los ladrones las llaves del departamento de Legrand e instrucciones para encontrar la caja fuerte.
Y las señales que los posicionaron como posibles sospechosos tuvieron que ver con los gastos inusuales que encararon en los meses posteriores al robo. Así, Lina y su familia compraron un Honda Civic y un Chrysler Neon, y la investigación descubrió que tenían cuentas en el exterior.
Muertes sospechosas
Durante el juicio, además, surgió nueva información: la fiscal Dafne Palópoli recibió un anónimo con el nombre de dos de los supuestos autores materiales del robo: Marcos Berón González y Maximiliano Castany, ambos fallecidos en circunstancias confusas.
El primero fue encontrado asesinado de un balazo seis meses después del robo, mientras que el segundo también murió en un hecho jamás esclarecido.
La pareja de Berón Gonzalez, Vanesa Rave, admitió en audiencia judicial que el hombre le había confesado su participación en el hecho, señalando a Lina como entregadora. Lo mismo hizo Laura González, ex mujer de Castany.