03 Febrero de 2017 20:49
Ayer se anunció la remodelación de la Casa Rosada, con proyecto a dos años en el que la administración de Mauricio Macri gastará $ 285 millones. El objetivo, dice el Gobierno, es convertirla en una casa abierta, moderna y sustentable, según indican.
La refuncionalización del edificio se llevará a cabo en tres etapas: la primera será en el segundo piso, que es el sector más deteriorado.
Hace justo un año, cuando Cambiemos apenas había asumido el poder, BigBang ingreso a la casa de Gobierno y mostró en exclusiva el grado de deterioro del lugar.
Este es un resumen de aquellas notas y fotos exclusivas:
Las notas de enero de 2016
Hay otra “herencia” kirchnerista de la que no se habla y de la que poco se conoce, con la que los funcionarios de Mauricio Macri conviven a diario: el deterioro de la Casa Rosada. Paredes descascaradas, pintura maltrecha, humedad, rayones en pisos y descuido generalizado componen la estética de algunos de los despachos más importantes de la Casa de Gobierno. Hay zonas casi inaccesibles, humedad en la terraza y algunos inodoros que no funcionan.
BigBang recorrió el interior y la intimidad del edificio desde donde toma las decisiones el Presidente, el mismo que recibe a los hombres y mujeres que conducen parte de los destinos del país. Un documento exclusivo en imágenes.
El interior de la Rosada: paredes despintadas y descuido generalizado.
Camino a uno de los despachos del primer piso, el escenario es alarmante. Los pisos, que presentan una estética antigua, están dañados y sucios. Hay muebles que desaparecieron y parte del patrimonio histórico deteriorado. Incluso existen sectores donde los cerámicos están fuera de su lugar y algunas oficinas con pisos de madera tienen rayones que dañaron por completo el parquet.
Los escalones evidencian el paso del tiempo y la falta de mantenimiento. Alfombras en mal estado.
La mayoría de los pasillos contienen lámparas de techo con una tenue luz amarilla cuya iluminación deja en evidencia el daño del lugar. Las paredes, despintadas con un blanco casi amarillento, hay signos de fuertes golpes y el deterioro de años sin mantenimiento que devino en manchas de humedad. Incluso en algunas puede apreciarse la presencia de importantes roturas. Los escalones también sufrieron deterioro.
Golpes y roturas en las paredes, un escenario habitual dentro del edificio.
Las puertas de madera de los despachos no recibieron la mano de barniz hace tiempo. Los vidrios amarillos, que en algunos casos no permiten ver hacia el interior de la oficina, también están resquebrajados. La imagen del lugar está lejos de parecer a una Casa de Gobierno de un Nación.
Hay que aclarar que no todo el edificio está en esas condiciones. Son algunas zonas, ciertos despachos y diversos pasillos o áreas que conectan los distintos bloques de La Rosada. Un ejemplo: en algunas oficinas de la planta baja la gestión anterior dejó camas con sábanas y acolchados puestos -sí, hay despachos con cama- con intenso olor y dudosas medidas de higiene. Las cortinas llevan meses sin lavar.
Las puertas de madera, con su base dañada. Hace tiempo no se pintan.
La descripción del interior de la Casa Rosada evidencia la falta de mantenimiento que el edificio sufrió durante los últimos años. Uno de los datos más llamativos es que varios de los baños de la Casa Rosada no funcionan y hace tiempo que no son utilizados por los ex y actuales funcionarios. “Cuando llegamos tenía la mochila abierta y no había tapa, no andaba el botón”, refleja un empleado nuevo de La Rosada en diálogo con BigBang.
Algunos baños de la casa Rosada no funcionan desde hace tiempo.
En el patio de la Rosada la situación es diferente. Allí se se ve el primer gesto de mantenimiento de Macri: ordenó podar las palmeras del patio insignia de la Casa para “renovar los aires” de la Rosada.
Por orden del Presidente, se podaron y retiraron algunas palmeras del patio.
La idea, contó uno de los “jardineros” fue mejorar la armonía del Patio de las Palmeras y aprovechar la época del año para podar.
Cajas fuertes
Esta semana trascendió la presencia de una caja fuerte en la oficina del ex ministro de Planificación, Julio De Vido. BigBang pudo saber que la situación se repite en diversos despachos. En la planta baja, uno de los ministros se disponía este jueves a conocer el contenido de una caja fuerte que heredó de la gestión anterior, amurada en un sector “secreto” de su oficina. Sus empleados, los que quedaron de la “gestión anterior”, aún no pudieron encontrar la llave que la abre. Temen por el contenido.
Sorpresa y preocupación ante la falta de mantenimiento en Casa de Gobierno.
Sorpresas en la Quinta de Olivos
La quinta de Olivos se suma a la lista de edificios presidenciales que mostraron un pésimo estado de mantención. Tras la muerte de Néstor Kirchner, la cancha de fútbol en la que el ex presidente solía compartir “picaditos” con sus funcionarios y amigos más cercanos, -todos jugaban con la camiseta de Racing- dejó de utilizarse.
La cancha de fútbol de la Quinta de Olivos estaba invadida por cucarachas.
A los pocos días de asumir Macri pidió como una de las primeras medidas que se “restaure” el pasto de la cancha oficial y que se reacondicione el vestuario. Sin embargo, la bienvenida para los nuevos jugadores, que realizaron su debut esta semana, no fue la mejor: encontraron cucarachas en la zona de vestuarios y en las inmediaciones de la cancha. Una postal que el macrismo espera no repetir.
"Casita" en el techo, red anti-palomas y un extraño depósito
A medida que exploran su nuevo lugar de trabajo, la Casa Rosada, los funcionarios macristas comienzan a descubrir particulares y llamativos detalles. Depósitos, construcciones extrañas y herencias edicilias kirchneristas van, poco a poco, develando sus secretos. Y BigBang tuvo acceso a tres de ellos.
El depósito
El insólito depósito en medio del segundo piso de la Casa Rosada.
En el tercer piso de la Casa Rosada, un depósito que evidencia una gran falta de mantenimiento funciona como una especie de “cuartito del fondo”, repleto de objetos en desuso. Insólito e impensado, y por varias cosas. Primero, por el espacio que ocupa dentro de un edificio que es el emblema, simbólico y real, del gobierno y la institucionalidad. Además, por el estado calamitoso y de abandono de las paredes y techos.
Todo tipo de elementos antiguos se guardan allí. La mayoría de la gestión K.
Dentro del lugar se apilan en desorden, entre otras cosas, artefactos de computación viejos, sillas y escritorios antiguos en mal estado, además de sillones que pertenecieron a Julio Cobos, Amado Boudou o a Daniel Scioli -quienes no tuvieron despachos en la Rosada, y si los tenían no iban- y que aún portan el cartel de “Despacho vicepresidencia”.
Otros elementos despiertan la curiosidad, como una caja con CDs y carpetas fechada el 10 de octubre del 2013 y rotulada como “Imágenes comisión de trabajo no registrado”.
El lugar se encuentra en un estado edilicio alarmante.
El espacio que ocupa este depósito supo ser el primer comedor de la Casa Rosada. Luego de su renovación y traslado a otra habitación de mayor tamaño, también del segundo piso, el espacio fue convertido en una escuela con la idea de que los empleados que así lo desearan pudieran finalizar allí sus estudios secundarios.
El detalle. Los sillones del despacho de Amado Boudou u otro VP de la era K.
CD con informes y datos de la anterior gestión.
Con el correr de los años, el aula se cerró y se convirtió en este desván sumido en el abandono y repleto de objetos en desuso.
La red antipalomas
A la ex presidenta Cristina Fernández no le gustaba que las palomas se posaran en el Patio de las Palmeras, defecando y arruinando las plantas. Así decidió evitar su ingreso instalando una red que se extiende sobre ese espacio.
La extensa red ubicada sobre el techo del patio de la Casa Rosada.
Cristina Kirchner ordenó su instalación para evitar el ingreso de palomas.
El aroma a comida que emanaba del renovado comedor del segundo piso atraía a las aves, que a veces eran alimentadas por los empleados de la Rosada, sumando al amontonamiento.
Imágenes exclusivas de BigBang sobre esta particular red.
Y, de hecho, algunos empleados confesaron extrañar a las palomas ya que según ellos “le aportaban un entorno natural al lugar”.
Debajo, las palmeras sobre las que solían posarse las aves.
La “segunda Rosada”
El que se asome a mirar la Rosada desde el Ministerio de Economía observará una extraña anomalía en la construcción: otra casa rosada sobre el techo.
La vista desde el Ministerio de Economía.
Los edificios de Puerto Madero en el horizonte.
Un plano más cercano.
Esta estructura de paredes lisas, con techo a dos aguas y cierto aspecto precario está erigida, para aumentar la sensación de extrañeza, sobre el mismo helipuerto desde el cual partió Fernando de la Rúa en el 2001, escapando del edificio durante el punto álgido de la crisis que terminó con su gobierno.
Una de las paredes de la “otra Rosada”.
Tránsito de empleados en la terraza.
Una inspección más cercana revela aún más aspectos enigmáticos: cemento a la vista, cajones de verdulería apilados con descuido y hasta una parrilla, lista para recibir a un asado desde un lugar más que privilegiado.
Cajones apilados a uno de los costados.
Una parrilla lista para usar.
Una postal extraña para la Casa de Gobierno.
Lo que alberga ese espacio es el sector de Economato, el cual nuclea empleados de mantenimiento, intendencia y mozos. Dentro, se ubican camas y vestuarios para bomberos y policías, y la entrada a la terraza está custodiada por personal militar durante las 24 horas.
El sector de Economato.
La puerta de entrada.
Esta “segunda Rosada” también es una herencia del gobierno kirchnerista, y fue construida porque el helipuerto generaba vibraciones y muchos temían que el techo terminara derrumbándose.