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Atrapados y sin luz: historias del apagón que afectó a Buenos Aires

La tarjeta dentro del cajero, la caminata por las vías del subte.

23 Enero de 2019 11:00
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La imagen se repitió en dos bancos en ubicados uno frente al otro.  Algunos retiraban dinero, otros buscaban  hacer transferencias, pero todos se quedaron con sus tarjetas dentro de los cajeros.

Ayer se registró un corte con más de 450.000 usuarios afectados.

De un segundo al otro, operaciones quedaron a medio hacer y los dueños de las tarjetas comenzaron  con los insultos. Las unidades instaladas en la Ciudad, que son propiedad de las empresas Link y Banelco, no cuentan con el respaldo de baterías o estabilizador como una PC hogareña para evitar que se corte el servicio de forma inmediata. Esto se debe a que es prácticamente imposible y con cero rentabilidad. “La energía de seguridad es carísima”, expresaron desde una de las compañías.

La probabilidad estadística de que un apagón semejante vuelva a suceder, explican, es muy baja. Ni las subas ni las bajas de tensión afectan a los cajeros automáticos. 

La explicación de Edenor y Edesur tras el gigantesco corte de luz que afectó a la Ciudad y La Matanza

A eso se le suma que por motivos de seguridad, cuando regresa la luz, la tarjeta no es devuelta por el cajero de forma automática debido a que cualquier persona puede pasar y quedarse con el plástico. En menos de un segundo Juan Gutiérrez, vecino de Villa Crespo, supo que al otro día tendría que volver a la entidad bancaria en donde había intentado sacar plata segundos antes del apagón. Por experiencia propia sabía que una vez que el cajero le “chupa” la tarjeta esta queda retenida en la sucursal durante tres días.

Cumplido el plazo se destruye y el usuario tienen que pediruna nueva, procedimiento que puede llegar a tener una demora de entre 10 y 12 días de corrido. Eso le explicó a otras dos personas que, como él vieron, cómo sus tarjetas se quedaban en los cajeros. Los que antes del corte esperaban impacientes su turno ahora respiraban aliviados. Mientras tanto, a escasos 20 metros, la misma escena se repetía en otra sucursal bancaria.

También en el subte

Martín Echeres fue uno de los usuarios que debió ser evacuado en la Línea B, que fue la primera de las que integran la red de subterráneos en cortar el servicio. “De repente se apagan las luces y nos dicen que tenemos que bajar de la formación para salir evacuados”, relató. Él se encontró arriba de la única formación que debió ser evacuada ya que las 30 restantes, en las otras líneas afectadas, estaban en andén.

Ante un apagón de estas características desde Metrovías expresaron que no tienen casi margen para operar, como sí sucede en los cortes por barrios o zonas determinadas. “No hay nada que te permita seguir operando la línea”, sostuvieron.

Los andenes sin luz de la línea D.

El corte del servicio ocurrió por la tarde del martes, cuando la temperatura alcanzó los 35° en la Ciudad. El apagón se registró principalmente en la zona de Vicente López, Florida, Palermo, Recoleta, Colegiales, Núñez, Paternal, Belgrano y Villa Crespo, de la empresa Edenor. En pleno corte de servicio, la página del ENRE, que usualmente comunica los cortes imprevistos y programados, apareció colapsada. El apagón afectó a 450.000 usuarios.

En medio del apagón, Edenor informó a través de su cuenta de Twitter que el problema fue provocado por un incendio en la subestación de la empresa en Morón. "Se produjo un corte en alta tensión que afecta la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires y parte de La Matanza", detallaron.

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