Sorprende que a estas alturas del año 2018, en pleno siglo XXI, todavía existan colegios que intenten prohibir que sus alumnas asistan vistiendo o usando una pollera.
Pero impresiona aún más las razones que dieron las autoridades del colegio católico San José de Pilar para que las adolescentes respeten el largo de la pollera permitido en la institución, es decir, dos centímetros por encima de la rodilla.
En el colegio católico de Pilar les miden la pollera a las alumnas para “evitar tentaciones”.
Días atrás, las preceptoras habían comenzado con los controles en la puerta de la escuela con un centímetro en la mano. Las estudiantes que no cumplieran estas normativas, no podían ingresar al colegio para evitar, según informó TN, futuras “tentaciones” de los varones.
Las adolescentes revelaron que la propia directora de la institución, una preceptora y un preceptor les midieron las prendas con una regla para evitar que sean demasiado cortas. A las alumnas que no cumplieran con las normas, se les labraba un acta y no se las dejaba ingresar.
Al mismo tiempo, cuando las estudiantes quisieron debatir el tema, los preceptores las habrían amenazado con expulsarlas del establecimiento. “El representante legal nos dijo que no tenía problema en echarnos a todas si nos reuníamos”, declararon las jóvenes.
En diálogo con el medio local El Diario, varias chicas, que no quisieron dar a conocer sus nombres, señalaron que les parece “una locura” que les quieran prohibir las polleras. “Lo que más nos molestó fueron las cosas que nos dijeron, como que con las polleras provocábamos”, agregaron.
Al mismo tiempo, siempre según las palabras de las estudiantes, el representante legal del colegio les dijo que para él era “sexy una mujer con pollera larga” y que a futuro les pidió que nunca usen escotes o espalda al descubierto porque no era profesional.
Las polleras deben estar a no más de dos centímetros por encima de la rodilla.
El centro educativo depende de la Diócesis de Zárate-Campana y la próxima semana un grupo de padres y alumnos se reuniría con las autoridades para debatir este insólito reglamento. “Nos dijeron que sexys son las mujeres que se visten decentes”, sentenciaron.