Agosto comenzó con la A de aumentos y sin dudas que uno de los rubros que más afectado se vio fue la de las escuelas privadas. Con una inflación del 115% interanual y con los salarios muy por debajo a lo que se requiere, desde las instituciones se vieron en la obligación de realizar una gran suba para poder equipararse en la actualidad. "La incidencia de salarios en la cuota de los colegios es fundamental", explicó Martín Zurita, secretario ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba) en diálogo con BigBang.
"Entre el 80 y el 90% de la conformación de la cuota de un colegio privado es costó laboral", detalló Zurita a la hora de contar con números y porcentajes por qué los colegios privados se vieron afectados de tal manera en cuanto a la inflación. Además, demostró su preocupación en cuanto a la docencia porque aseguró que cada vez son menos las personas que quieren profesionalizarse y trabajar de esto, lo cual implica que falten maestros en la mayoría de las áreas. "Hay una desvalorización social en el rol del profesor", indicó.
Su mayor preocupación es que debido a la situación económica del país, que repercute directamente en todos los ámbitos y principalmente en las escuelas, no se puedan sostener porque no se puede seguir aumentando a pesar de que probablemente es lo que se debería hacer. Su justificación es lógica: atrás de ello hay familias que deben abonar, docentes que deben tener un salario digno y un establecimiento que mantener. Aun así, espera no tener que caer en el hecho de que muchas escolaridades tengan que ser cerradas por un mal momento actual. "Como país no nos podemos dar el lujo de que una escuela cierre", planteó.
-¿Por qué consideras que la educación privada es uno de los rubros donde más impactó el aumento de agosto?
-Nosotros partimos de la base que las escuelas privadas en la Provincia de Buenos Aires son 6300 y 4400 de ellas tienen algún tipo de aporte estatal. La Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba) representa 1500 de estas escuelas y durante el año, el Gobierno estableció un límite de la cuota: 16,8% en marzo, 3,5% de abril a junio y un 4% en julio. Pero antes de que eso se establezca, nosotros primero debíamos saber cuánto iba a ser el ofrecimiento de paritarias que el estado iba a dar a los docentes, teniendo en cuenta que entre el 80 y el 90% de la conformación de la cuota de un colegio privado es costó laboral. O sea que la incidencia de salarios en la cuota de los colegios es fundamental.
-¿Fueron acordes los aumentos salariales?
-Nosotros en febrero nos negamos a firmar las paritarias porque no lo sabíamos, aunque tuvimos que cumplirlo. El tiempo nos dio la razón. Los aumentos salariales fueron muy por encima de lo que se acordó con el sector y la inflación que en febrero desde el ministerio de Economía se había establecido que iba a ser una idea del 3% mensual, un 30% en el semestre no se cumplió. Esto nos afectó y en agosto pedimos un aumento de cuotas retroactivas julio. No se nos dio el retroactivo, se nos dio el 18% en agosto y 9% en septiembre. El problema es que los salarios aumentaron, el gobierno de la provincia les dio un aumento del 30% en julio y un 15% en agosto, o sea que esa incidencia va directo a cuota y por lo tanto, nosotros pedíamos la actualización porque está retrasado en relación a todos los aumentos salariales que dieron con los que nos autorizaron de cuota.
-¿Cómo impacta el aumento en los colegios privados que cuentan con subvención del estado?
-Comprendemos que para las familias todos los meses el haber aumentado las cuotas es un problema pero no sólo para las familias sino para las escuelas también. Cuando la familia no paga o tienen voracidad, como está ocurriendo ahora, la escuela tampoco puede pagar los sueldos porque los egresos son más altos que los ingresos. Entonces hoy tenemos muchas escuelas que o han pedido créditos o están en deuda con AFIP o con el IPS y por lo tanto están en una situación que por más que hayan autorizado aumentos que para nosotros no son suficientes para cubrir nuestros costos laborales, hay muchas escuelas que no lo pueden aplicar en sus comunidades y por eso estamos preocupados. Hemos elevado al Ministro una nota con la situación del sector y sobre todo de entre 120 y 150 escuelas que están en problemas bastantes serios con esta situación.
-¿Hay una pérdida en la matrícula teniendo en cuenta la inflación anual?
-Con respecto a la morosidad, hay un 25% al respecto y por supuesto que es muy heterogéneo, depende de la comunidad y comunidades donde es muchísimo menos y otras en las que es muchísimo más, pero en un promedio es eso. El tema de matrícula en nivel primario y secundario se ha mantenido y si ha disminuido en el nivel inicial en un 15% aproximadamente.
-Hace poco tiempo mencionaste que estabas alarmado por la falta de docentes que hay en el ámbito privado. ¿Sigue siendo de esa forma?
-Es algo que nosotros hace 10 años venimos alertando. Ahora entramos en un período crítico porque están faltando maestros de grado, es muy difícil conseguir y no pasa solo en la Provincia de Buenos Aires sino que en toda la Argentina. Una de las causas es la desvalorización social que tiene el rol docente en estos tiempos, también lo salarial, la carrera que comenzó siendo a fines del siglo XIX una escuela normal como si fuese un secundario que luego fue extendiéndose un año más o dos, tres en la década del 90 y en el 2000 se extendió a cuatro años. El problema es que hoy la tendencia de las universidades es bajar la cantidad de años de las carreras y en la docencia ocurrió lo contrario. Además, más años de carrera no redundaron en calidad educativa, ya que la formación docente no es de mejor calidad y este es un tema que hay que tratar. Es multicausal. Hay otras causas que tienen que ver con la formación de los profesorados.
-¿En dónde se nota más la falta y por qué crees que es así?
Lo cierto es que hoy faltan maestras, faltan profesores en el nivel secundario de muchas materias, sobre todo en las de idiomas y lo que tiene que ver con programación informática, también matemática, física, química, biología, geografía... hoy la docencia no es una profesión atractiva por muchos temas y tampoco hay políticas educativas desde el estado que se abstengan a solucionar. Es un problema que si realmente no se lo toman en serio va a ser muy complicado para la educación de todo el país porque no pasa solamente en escuelas privadas sino también en las estatales.
-¿Sentís que hay un declive en las escuelas privadas?
-Los padres a pesar de toda la situación económica que estamos viviendo porque hay que poner en claro que la cuestión central es la política económica, la alta inflación que hace que sea algo inédito esto de que todos los meses aumenten la cuota de los colegios y a las familias no sólo les aumenta eso sino todo lo demás. Esto se hace muy difícil y a pesar de eso, las familias hacen un esfuerzo enorme para tratar de mantener a sus hijos en la escuela privada. Hoy las privadas tienen casi un millón y medio de alumnos. Es casi el 35% de toda la matrícula educativa de la provincia de Buenos Aires así que esto es un dato no menor.
-¿Cuál es la mayor alarma y preocupación en estos momentos?
-Mi mayor preocupación en estos momentos es la situación económica tanto de las escuelas que no pueden sostener porque sus comunidades ya no les pueden aumentar más y por lo tanto si la escuela no recauda y hay una disección permanente de salarios, no se pueden las dos cosas. Para que una escuela pueda sostenerse, además de todo lo que implica un proyecto educativo, los números tienen que cerrar y no es lo mismo que una escuela permanezca abierta o que cierre. La escuela también es una PYME. Cerrar una escuela es algo muy penoso para un país porque no es como cualquier otro negocio, un kiosco, una zapatería, que vos lo cerras y listo. Acá hay un proyecto educativo, hay familias, hay mucha inversión de capacitación en equipos docentes, hay mucha expectativa puesta en las familias, un montón de cosas. Realmente es un proyecto que no se hace de un día para el otro y que requiere mucha preparación y por lo tanto como país no nos podemos dar el lujo de que una escuela cierre.
-¿Cómo pensás que se puede mejorar?
Tenemos que ver desde el Estado, así como en un momento surgió la equiparación salarial porque los docentes del estado y privado no ganaban lo mismo, para que eso suceda, el Estado dijo: "tienen que ganar lo mismo" y para eso las escuelas que no podían pagar lo mismo les dio el aporte estatal. Hoy hay una situación donde las paritarias y el Estado negocian con una visión obviamente del presupuesto del Estado pero sin tener en cuenta el presupuesto de las escuelas privadas y por lo tanto ahí tenemos un gran problema. El problema se detalla porque muchas escuelas no pueden pagar los sueldos, ya que la cuota tendría que ser muy alta y las familias no la pueden pagar. No es que está todo el sistema así, son una cantidad de escuelas que en el volumen no es súper importante pero es para considerar. Son más de 100 escuelas.