Argentina cambia a pasos agigantados desde el 10 de diciembre, fecha en la que asumió la presidencia Javier Milei. Con la excusa de llegar al déficit cero para su plan de gobierno, la calidad de vida de los habitantes y su alimentación decrecieron en nivel y en consumo sobre todo en algunos productos como la carne vacuna.
Mientras las tarifas de luz, gas, agua, de transporte público, en educación y hasta telecomunicaciones sube exponencialmente, baja el consumo de carne, una de los alimentos más codiciados por quienes habitan el territorio argentino.
Sorprendió -para mal- la baja de consumo de carne tras analizar el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) donde se registró que, a nivel nacional, se consumió 8,3 kilos menos si se comparan las cifras del año 2023.
Es decir que, en promedio, un habitante argentino consumió 44 kilos de carne anuales, lo que arroja la triste realidad de que se come mucha menos carne, más precisamente un 15,9% menos comparando el consumo de 2023.
Esta cifra es parecida a la que se registró durante los primeros cinco meses de 2020 (en el contexto de la pandemia por coronavirus) pero lo llamativo es que es el nivel más bajo de consumo desde hace 30 años, es decir en 1994 durante la presidencia de Carlos Saúl Menem.
La CICCRA confirmó que la caída del consumo se dio aunque en los precios hubo una desaceleración de precios. Pero, al mismo tiempo se registró una suba de precios en mayo del 2,4% que si bien es bastante está por debajo del 4,2% de aumento general del costo de vida que registró el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC) en su último informe sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En el mismo informe se consideraron las subas de los precios de la carne para el mismo período comparado con 2023 y el dato es impresionante: subieron un 283,9%.
Es la carne picada la que subió más exponencialmente su precio llegando a registrar un 307,8% en el último año. También impresiona la suba de los precios en el asado con un alza del 259,7% en los últimos 12 meses.
En cuanto a la carne de novillo aumentó en un 4,3%; la de novillito varió su precio en un 2,7% y la carne de ternera y vaquillona aumentaron sus precios en un 2,7% si se las compara con los mismos precios pero de 2023.
Siguiendo con la lista, el osobuco -el corte más popular- aumentó un 4,9%; el lomo 5,2%; el cuadril y la colita de cuadril subieron un 4,7%; la nalga un 0,3%; el asado de tira, 0,6% y la la bola de lomo subió a un 1,3% con respecto a las mediciones del año anterior.
Por su parte, en cuanto al aumento del precio del pollo fresco subió un 4,7% con respecto a abril 2024 según datos que publicaron desde el Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), dato que se completa con el índice registrado de un aumento del 249,1% en el último año. En cuanto al cerdo, se registró un aumento del 231,4% teniendo de referencia los datos del año 2023.