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Barbijos e instrumental médico: qué se hace con los residuos patogénicos en tiempos de coronavirus

BigBang dialogó con los especialistas que se encargan del control.

19 Abril de 2020 16:44
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La pandemia del coronavirus (Covid-19) conlleva varias cuestiones diarias para evitar su propagación que distan de ser públicas. Uno de los puntos neurálgicos de los esfuerzos del Estado es la recolección y tratamiento de los residuos patogénicos debido a que en los últimas semanas, y como consecuencia de los tratamientos médicos de los pacientes que ya se contagiaron de coronavirus, se volvió central.

A nivel nacional, si bien cada jurisdicción tiene independencia sobre el tema, la labor de control queda en la órbita de ministerio de Ambiente, a cargo de Juan Cabandié. “Somos la autoridad e aplicación. Este es un país federal y cada uno tiene su formato particular pero tenemos que coordinar uno nacional”, le dijo a BigBang, el secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación, Sergio Federovisky.

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Uno de los datos no menores es que en España Durante los primeros 15 días de marzo se recolectó el equivalente a todo el material patogénico que se juntó en 2019. Es por eso que desde el Gobierno nacional comenzaron a poner en marcha un protocolo de cara a lo que será el pico de casos que se espera en mayo. Es que no solamente lo que se encuentra en los hospitales es considerado como patogénico.

Por ejemplo, los barbijos de uso doméstico y todo tipo de descartables también puede llegar a ocasionar un contagio de no tratarse de forma segura. “Recomendamos en las casas los patogénicos es que todo aquello que tenga posibilidad de transmitir el virus debe ser metido dentro de doble o triple bolsa y fuertemente cerrada separada de los residuos”, agregó Federovisky, que remarca además que todavía hay capacidad ociosa en el tratamiento de esos residuos y que, por ahora, están lejos de que suceda un cuello de botella.

Recomendamos en las casas los patogénicos es que todo aquello que tenga posibilidad de transmitir el virus debe ser metido dentro de doble o triple bolsa"

No obstante ello, se encuentra en elaboración un plan de contingencia que contempla que las diferentes provincias puedan compartir recursos. ¿En qué sentido? Que la recolección y tratamiento de estos residuos se haga en lugares diferentes. Por ejemplo, que los de un hospital del conurbano sean tratados en la Ciudad. Incluso también se buscará cerrar un convenio con la Cámara de Tratadores de Residuos Peligrosos para que se comiencen a tratar patogénicos en lugares en donde se suelen procesar los residuos peligrosos (que son principalmente tóxicos industriales).

Esto se debe a, a modo de prevención y para mitigar contagios, el Estado Nacional como también los provinciales dispusieron de lugares ¨poco convencionales” para albergar tanto pacientes, llegado el caso, como personas que se encuentran realizando la cuarentena obligatoria. Estos son hoteles o también la feria Tecnopólis. “La clave es avanzar con esto para multiplicar por cinco la capacidad de procesamiento que tenemos actualmente”, agregó el funcionario.

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En la Ciudad de Buenos Aires el encargado de regular a los residuos patogénicos es la Agencia de Protección Ambiental (APRA). Allí se habilita a los generadores, los transportistas y los procesadores de los mismos. El control corre por otro canal ya que depende del Ente Único Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad, cuyo titular es Alejandro Ameijenda

“Hoy en día dentro de los servicios esenciales que controlamos, los residuos patogénicos y peligrosos de los hospitales y los Cesacs se ha convertido en uno de los más importantes. Por eso mismo el directorio del organismo decidió acompañar a los fiscalizadores en su tareas”, afirmó Ameijenda. Para remarcar la importancia de ese control puntual en las redes sociales del organismo comenzaron a publicar cómo son las inspecciones que hacen los fiscalizadores en las instituciones que generan ese tipo de residuo.

“La gestión pública de los fiscalizadores del Ente se ha tornado esencial. Por eso los fiscalizadores sin riego de salud, ni con familiares en esa condición, siguen trabajando con normalidad mientras que los administrativos lo hacen de forma remota. El directorio acompaña a los fiscalizadores porque es lo que corresponde", remarcó Ameijenda.