29 Julio de 2018 12:50
Después de que se filtraran polémicos párrafos del nuevo libro de Beatriz Sarlo en los que se refiere a la vida íntima de Mirtha Legrand -en especial al vínculo que mantenía con su hijo Daniel, a quien definió como “homosexual”-, la ensayista volvió al ruedo con una fuerte entrevista al diario La Nación en la que insistió en sus críticas hacia la conductora y sumó nuevas enemigas.
Beatriz Sarlo volvió al ruedo e insistió con sus críticas hacia Mirtha Legrand.
Los pasajes más fuertes de Beatriz Sarlo contra Mirtha Legrand y las “mamás famosas”
“Trabajé mucho sobre su perfil (el de Mirtha) antes de comenzar a escribir y quizás en ella esté el origen de este libro. Yo la defino como una deportista de alta competición: todo lo que te cuentan los que la conocen y sus grandes amigos es que es de una disciplina espartana, que todos sus movimientos y sus dichos han sido cuidadosamente trabajados. No digo estudiados sino trabajados, trabajadas las disposiciones físicas y mentales para lograr eso”.
“Nadie puede repetir infinitamente ese programa si no es como un deportista de alta competición. Es lo contrario de todas las estrellas del escándalo, que no se sabe cuáles son sus destrezas. Uno podría decir que carecen de destreza esas estrellitas”.
“Me invitó (a su programa) hace mucho tiempo. Cuando volví a trabajar sobre su imagen quise asistir a un backstage y me dijeron: 'Bueno, pero te sentás a la mesa'. Y no fui. ¿Por qué no fui? No me siento cómoda en lugares donde el ritmo de la conversación me puede llevar, puede llevar a todos, a caminos que no son interesantes y que muchas veces son vulgares”.
Mirtha se mostró enojada por cómo habla Sarlo de la muerte de su hijo.
“Como no me voy a convertir en una señora pedante haciendo caras mientras los demás hablan, no me siento cómoda frente a un cierto nivel de banalización de algunas cuestiones. Por lo tanto, uno tiene que saber lo que puede hacer y lo que no puede hacer. Si alguien empieza a contar algo del registro del escándalo y la maternidad, seguro que no me voy a sentir cómoda”.
“Uno podría decir que hay ciertas líneas del feminismo que dicen que la maternidad es un empoderamiento de las mujeres, pero lo que sí es muy notable es que si uno hiciera un estudio demográfico, estas señoritas del show business tienen más hijos que las que pertenecen a su sector social. Parecería que algo del orden de lo cultural está sucediendo: los hijos como una decoración extra en la vida de las famosas del show business”.
“No es un rasgo simplemente argentino: Serena Williams, que es una deportista muy discreta, se sacó fotos durante su embarazo que son iguales a las que se sacan las vedettes. Se ha instalado un nuevo ideal que no es el ideal de la mujer flaca: hoy el ideal de los pechos y los glúteos quirúrgicos combina bien con las panzas de los embarazos”.
Mirtha junto a su hijo Daniel en el entierro de su esposo.
“Lo que analizo son las operaciones que las famosas hacen con esos pobres chicos a los que exponen sin pixelar sus caras desde el primer día. El uso de los chicos es un uso por lo menos muy cuestionable. Los políticos también lo hacen: se ha difundido últimamente una muy buena foto de Macri caminando con su hija sin pixelar, de noche”.
“Dejemos de lado lo que pasa con una ayudante de producción en un programa de televisión que aguantó durante 10 años y ahora se siente en libertad para decirlo, porque si lo decía 10 años antes se hubiera quedado sin trabajo. Dejemos de lado esos casos que impiden que una chica que va a perder su trabajo se abra calle. Eso es terrible. Lo que yo no estoy en condiciones de celebrar es que actrices que habían hecho 15 películas, tarden 15 años en hablar. Asia Argento, para poner un ejemplo, tardó 10 años en hablar. No estoy en condiciones de celebrar eso. Que hable cuando quiera, me parece bien, pero no me resulta un acto de valor cívico en absoluto”.
Sarlo también criticó a las actrices consagradas que tardaron en denunciar los acosos de Weinstein.
“El débil habla cuando puede. El fuerte tiene el deber de hablar cuando debe. Esta es mi máxima. El que es fuerte porque no lo pueden echar, o no puede perder nada, o perderá muy poco, tiene que hablar cuando debe. El débil tiene que hablar cuando puede, si es que puede”.
“Son fuertes estas actrices que habían hecho cinco películas, que habían seguido filmando con (Harvey) Weinstein y de repente dicen "me acordé que hace ocho años pasó tal cosa". Mi argumento es que si vos sos débil y te pueden echar, vos no tenés ningún deber de hablar porque vas a perder tu trabajo. Ahora, si vos ya hiciste cinco películas, tenés un nombre de los que salen en los zocalitos de la televisión y tardaste 15 años en hablar, yo digo: ¿Qué te pasó? ¿Estabas narcotizada?”.