26 Julio de 2021 13:52
El episodio de violencia en el que el cantante Santiago “Chano” Moreno Charpentier recibió un disparo en el abdomen por parte de un policía mientras sufría de un brote psicótico, volvió a poner en el centro de la escena a las pistolas Taser, las armas no letales que el ex presidente Mauricio Macri y la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, impulsaban para las fuerzas de seguridad.
En este contexto, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, volvió a referirse a favor del uso de la Taser. En declaraciones al canal de noticias C5N, Berni aseguró hoy que el policía que le disparó a “Chano” actuó correctamente” y señaló que este caso “podría haberse evitado con el uso de las armas no letales” como la pistola Taser.
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Berni además explicó que un móvil de la policía bonaerense fue alertado por la madre del músico, quien había sido agredida con un cuchillo.“Cuando (los policías) intentan reducirlo, los ataca con un cuchillo. La policía hizo lo tenía que hacer”, afirmó el ministro provincial.
Asimismo, señaló que el oficial no fue herido “porque pudo neutralizarlo antes” a Charpentier, quien está vivo “porque había médicos (en el lugar) y fue trasladado de urgencia”.
“Cuando terminó el efecto de sedación, arriba de la ambulancia intentó nuevamente agredir a la madre”, reveló Berni. El ministro volvió a decir que el efectivo bonaerense “actuó de manera correcta, dentro de los parámetros de la legalidad”.
“De haber actuado de manera incorrecta sin duda hubiera sido sancionado”, remarcó. Así, el funcionario reiteró la importancia de las armas no letales, como son las pistolas Taser, para casos como el que involucró al ex líder de “Tan Biónica” que, según indicó, “hay todos los días”.
“Este es el típico caso de que se podría haber evitado la reducción por medio de una pistola no letal, donde con tres metros de distancia se puede reducir a una persona”, aseguró. Por último, el responsable de la cartera de Seguridad afirmó que “la policía de la provincia (de Buenos Aires) en los últimos años no tuvo el entrenamiento correcto”.
Las declaraciones de Berni volvieron a poner en el centro de la escena a las Taser que, si bien no tienen contraindicaciones para su uso por parte de los profesionales de la salud, son objetadas por organizaciones de Derechos Humanos debido a que consideran que es una forma de tortura.
Para los especializas en temas cardíacos, las Taser no tienen la potencia necesaria para generar una arritmia o algún tipo de problema coronario. En dialogo con BigBang, el cardiólogo Francisco Toscano Quilon, médico cardiólogo (MN 95.358), miembro de la Fundación Cardiológica Argentina y especialista en cuestiones de marcapasos, desmintió que exista algún tipo de complicación del uso de estas armas no letales con pacientes con cardiopatías. "El voltaje de las Taser se encuentra muy por debajo de lo que se necesita para generar una arritmia (modificar el pulso del corazón). Para explicarlo bien, una Taser genera 0,26 joules y para afectar un marca pasos o para desfibrilar se necesitan entre 150 y 400 joules", afirmó.
Además, en diferentes comunicados, la mencionada fundación rechazó que exista evidencia sobre que el uso de las Taser haya provocado alguna muerte. "Los casos que se conocen están asociados a otras cuestiones como la ingesta de estupefacientes. Al momento no existe evidencia científica que registre muertes por fibrilación ventricular", añadió Toscano Quino.
Por otro lado, los organismos de derechos humanos sostienen que en los informes de Naciones Unidas y Amnistía Internacional señalan que las Taser fueron culpables de más de 600 muertes en Estados Unidos desde 2001 y que fueron utilizadas contra 431 menores en el Reino Unido solamente en 2013.
“Las Taser son presentadas como un 'arma menos letal', pero la experiencia internacional demuestra que justamente esa categorización conduce a usos indiscriminados porque los funcionarios suponen que pueden utilizarlas con menos restricciones que a las armas letales”, sostuvieron desde el CELS, en donde explicaron además que “las Taser sólo reducen la letalidad policial si se las usa en los mismos casos en los que se utilizaría un arma letal, no si su supuesta no letalidad habilita que se amplíen las situaciones en las que los policías podrían disparar”.
En los fundamentos que esgrimieron desde ese organismo se basaron además en un estudio realizado por Amnesty International en los Estados Unidos que mostró que de 334 personas muertas por el uso de las Taser entre 2000 y 2007, sólo 33 portaban armas y sólo 4 armas de fuego. Es decir, más del 90% de las víctimas fatales estaban desarmadas.