Con la primavera los amaneceres comienzan más temprano, los pájaros y las mariposas se empiezan a ver con más frecuencia, los olores florales inundan los campos y el calorcito comienza a golpear la ciudad. Pero esto no es todo, ya que según aseguran especialistas, esta estación también mejora el ánimo, aumenta el deseo sexual y que disminuye la fiaca y el desgano.
“La luz es uno de los mejores antidepresivos que puede haber, por eso sentimos que nos cambia el ánimo cuando empieza a haber más horas de sol y luz más intensa
Según consigna un informe realizado por el diario Clarín, los beneficios que experimenta el cuerpo desde el 21 de septiembre tienen una explicación. “La luz es uno de los mejores antidepresivos que puede haber, por eso sentimos que nos cambia el ánimo cuando empieza a haber más horas de sol y luz más intensa”, destaca María Celia Daraio, especialista en trastornos del sueño de la Fundación Favaloro y de Somnos y neuróloga.
“El sexo mejora durante la primavera. Con el calor hay más estimulación visual y para los hombres, que en general son más visuales que las mujeres, este es otro punto a favor del aumento del deseo
Gómez Di Leva, psicólogo y sexólogo, sumó que el aumento del deseo sexual también es una característica que se puede ver en esta estación: “Otro dato a favor de la idea de que durante la primavera el sexo mejora es que los meses en los que los sexólogos recibimos más consultas por problemas sexuales son junio, julio y agosto. Por otro lado, cuando comienza el calor hay mucha más estimulación visual y para los hombres, que en general son más visuales que las mujeres, este es otro punto a favor del aumento del deseo”.
El incremento de la temperatura aumenta el deseo sexual. Por eso la llaman la “estación del amor”.
Con las buenas energías que genera el sol, el ser humano se mira al espejo, recuerda que tiene un cuerpo y comienza a desesperarse, por eso intenta cambiar sus hábitos alimenticios, se cuida en las comidas y hace actividad física para sentirse mejor anímicamente, más liviano y saludable.
Pero eso no es todo: la exposición solar promueve la síntesis de vitamina D, relacionada con la actividad neuronal. Con el calor, se activan neurotransmisores como la serotonina y dopamina, encargados de generar sensaciones percibidas como “felicidad” y “bienestar”. Ambas ayudan a la concentración, mejoran el sueño y trabajan como analgésicos naturales.