El ex policía Derek Chauvin fue condenado por la Justicia de Estados Unidos a 22 años y medio de prisión por el asesinato del afroestadounidense George Floyd, un crimen que sirvió como punto fundacional para manifestaciones y protestas masivas que culminaron en la formación del movimiento Black Lives Matter.
En un breve discurso al dictar la sentencia en un tribunal de Minneapolis, el juez Peter Cahill exresó que no se basaba "en la emoción o la simpatía", ni "en la opinión pública" sino en la ley y en los hechos específicos del caso.
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Según la ley de Minnesota, Chauvin tendrá que cumplir dos tercios de su condena en prisión (15 años) y de ahí en adelante será elegible para la libertad supervisada durante los 7 años y medio restantes
La fiscalía había pedido 30 años de prisión contra el policía quien, el 25 de mayo de 2020, asfixió a Floyd aplastándolo con su rodilla luego de detenerlo.
En su solicitud, los fiscales detallaron que Chauvin "cometió un asesinato brutal”, "traumatizó" a los allegados de su víctima y "generó un shock en la conciencia de la nación".
La sentencia mínima que podía recibir el policía de acuerdo a la ley del estado de Minessota era de 12 años y medio de prisión, pero el juez Cahill tuvo en cuenta varios agravantes, entre ellos que el homicida había "abusado de su posición de confianza y autoridad", que había tratado a Floyd con "especial crueldad" frente a testigos menores de edad y que "cometió el crimen como grupo" con la participación activa de al menos otros tres agentes.
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Antes de recibir la sentencia, Chauvin ofreció "condolencias a la familia Floyd", mientras que el pedido de un nuevo juicio por parte de su defensa fue rechazado por el juez.
Ahora, los otros tres policías que participaron del asesinato también serán juzgados a partir de marzo de 2022 por cargos de complicidad en homicidio. Tanto ellos como Chauvin enfrentan además cargos federales por violar los derechos constitucionales de Floyd y deberán sentarse ante un tribunal otra vez en una fecha aún no determinada.