Britney Spears nació un 2 de diciembre, hace 39 años, en McComb, Mississippi. Desde pequeña tomó clases de actuación, canto y baile, y a los 11 años fue elegida para formar parte del elenco de The Mickey Mouse Club.
La fama mundial le llegaría muy rápido, sólo seis años después con la edición del álbum Baby One More Time en 1999, y una imagen que combinaba sensualidad e inocencia.
La fama fue meteórica: de repente, Britney estaba en todos lados y muchos la elevaban al puesto de heredera de Madonna. En el 2002, la revista Forbes la consideró la celebridad más poderosa del mundo y su noviazgo con Justin Timberlake, en aquel entonces parte del grupo N'Sync, no hizo más que aumentar el furor.
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Sin embargo, la artista se sentía presa de las decisiones ajenas. Poco a poco buscó darle una dirección más adulta a su carrera, intentando desprenderse de su imagen adolescente y aferrándose a su costado más atrevido.
En el 2004, mientras tanto, sorprendió casándose impulsivamente -y luego de varias horas de alcohol y fiesta- en Las Vegas con Jason Alexander, un ex compañero de la escuela secundaria.
Meses más tarde, se casó con el bailarín Kevin Federline, junto a quien fue madre de Sean y Jaden. El matrimonio terminó fracasando luego de dos años.
Debacle y resurrección
Desde ese punto, la conducta de la artista comenzó a volverse cada vez más errática, culminando en el publicitado episodio de febrero del 2007 en el cual ingresó a un salón de belleza en California y se rapó, para luego atacar a golpes con una sombrilla el auto de un fotógrafo.
Luego del estallido, Britney ingresó durante un mes en una clínica psiquiátrica, donde fue diagnosticada con un cuadro de bipolaridad. Eventualmente, en septiembre del 2007 volvió a la música con álbum Blackout y el single Gimme More, y se presentó en los premios MTV en un show muy criticado.
En el 2008, luego de negarse a que sus hijos vuelvan con su padre después de una visita, la policía intervino y la cantante volvió a ser internada en una clínica psiquiátrica. Desde ese momento, quedó legalmente bajo la tutela permanente de su padre Jamie.
Un año después, poco a poco, la carrera de Britney comienza a resucitar con un nuevo álbum, Circus, apoyado por una exitosa gira y buenas críticas. Luego siguieron Femme Fatale, The X Factor, Britney Jean y Glory, y una residencia de varios shows en el hotel y casino Planet Hollywood de Las Vegas.
Este período de tranquilidad, apuntalado por su noviazgo con el modelo Sam Asghari, finalizó en el 2019 cuando la artista se vio obligada a abandonar su serie de espectáculos en Las Vegas a causa de un grave problema de salud de su padre, el cual a su vez profundizó sus problemas psiquiátricos.
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Otra vez, Britney volvió a ser ingresada en una institución mental y esta vez sus fans se manifestaron masivamente en redes sociales, convencidos de que su vida carece de toda libertad a causa de la constante tutela de su padre.
"No quiero que vuelva a trabajar hasta que esté lista física, mental y espiritualmente. Si ese momento nunca llega, no volverá", advirtió por su parte el manager Larry Rudolph.
Por lo pronto, la cantante decidió recibir su cumpleaños con una celebración anticipada junto a su pareja: un viaje romántico a la isla hawaiana de Maui.