Héctor Kucikus, efectivo de la Policía de la Ciudad, fue asesinado este viernes en la localidad de Sarandí (Avellaneda) en el marco de un asalto en su casa cometido por cinco delincuentes.
El oficial fue interceptado a las 7 de la mañana cuando salía de su hogar, ubicado sobre Cangallo al 1900, junto a su familia a bordo de su auto, un Renault Logan color gris.
Kucikus, quien prestaba servicios en el área de Eventos Deportivos de la Policía de la Ciudad, estaba acompañado por su esposa, hija y yerno cuando fue abordado por cinco ladrones que se trasladaban en un Chevrolet Corsa.
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Dos de los asaltantes descendieron del rodado y uno de ellos se dirigió arma en mano a la esposa de la víctima para intentar sustraerle sus pertenencias. En ese momento, Kucikus intentó desenfundar su arma reglamentaria, pero el delincuente le disparó al menos tres veces.
Uno de los balazos impactó en el tórax del policía, quien fue trasladado rápidamente al Hospital Perón de Avellaneda. Sin embargo, ingresó ya sin vida.
Los delincuentes se dieron rápidamente a la fuga y son intensamente buscados por la policía. Interviene en el hecho el fiscal Elbio Laborde de la Unidad Funcional de Instrucción 3 de Avellaneda, quien caratuló al expediente como "homicidio agravado criminis causa".
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Compañeros del oficial asesinado, al igual que ex alumnos (ya que se desempeñaba como instructor) expresaron su dolor en redes sociales.
"¡No puedo creer que seas vos! Eras un instructor de lujo, un profesional con todas las letras y, lo más importante, una muy buena persona que siempre nos sacaba una sonrisa que tanto necesitábamos en ese proceso de internado. Gracias por los valores que me enseñaste y todo lo que aportaste a mi vida", escribió uno de ellos.
“Tuve el agrado de conocerlo. Siempre fue querido y respetado por todos, siempre con una sonrisa y un consejo. Unas ratas le arrancaron la vida por la fuerza, pero vivirá por siempre en lo más alto del pedestal de la gloria. Que sea haga justicia", sumó otra agente.