Los rastrillajes para dar con Santiago Maldonado comenzaron hoy con más de 100 efectivos, buzos tácticos y un helicóptero que recorrerán los márgenes del río Chubut a lo largo de unos 800 kilómetros aunque los agentes no podrán ingresar al territorio conocido como Pu Lof en Resistencia, el predio ocupado por la comunidad mapuche en el departamento Cushamen, en el norte de Chubut.
Una parte de las búsquedas se realizó en el casco de la estancia Leleque, que el grupo italiano Benetton explota en la región patagónica desde 1991.
Los agentes que buscan a Maldonado no podrán ingresar en la Pu Lof.
El proceso de búsqueda que se inició hoy no tendrá una fecha de finalización, al menos por ahora. Todo dependerá de la tardanza de las efectivos para dar con el joven o descartar que se lo hubiera llevado la corriente del río. Una de las hipótesis, más allá de la que acusa a la Gendarmería, es que el joven pudo haberse ahogado.
Según informaron a BigBang miembros de la comunidad, los efectivos recorrieron hoy un sector del río que pasa por uno de los cascos de las estancia de Benetton, situado más al sur del terreno reclamado por lo mapuches y donde Santiago fue visto por última vez, según los testigos.
Buscan determinar si Maldonado se acercó al río Chubut.
El juez Guido Otranto no dispuso el ingreso en el predio que la comunidad mapuche ocupa desde marzo de 2015, en una de las estancias del grupo Benetton. El lugar ya fue escenario dos procedimientos el 5 y el 16 de agosto.
En su momento, hubo una controversia porque los mapuches no permitieron que se ingresara en una sección a la que consideran territorio sagrado de las mapuches, un área en donde hacen rezos, se pide por la salud, la tierra y por el bienestar de la comunidad aborigen.
Los operativos, ordenados por el juez Otranto, tienen una conclusión primera: el magistrado acepta que el joven artesano se encontraba en la manifestación que fue desalojada por Gendarmería en la ruta 40.
Las tareas se dan luego de que la familia denunciara que Gendarmería “adulteró documentos” y que en los libros de los escuadrones 35, 36 y 37 se detectaron hojas de más, otras pegadas con cinta scotch y modificaron nombres, fechas, móviles y armas.