Todo ocurrió el 6 de agosto de 1996. Por un lado Oscar Ruggeri, capitán de San Lorenzo. Por el otro José Luis Chilavert, capitán de Vélez. El encuentro terminó a favor del fortín, que venció al Ciclón por 4 a 1. Pero el resultado acabó en segundo plano y se fue perdiendo en el tiempo producto de una acción que podría haberle cortado la carrera al arquero paraguayo.
En el estadio José Amalfitani, Chilavert estuvo a tan solo milímetros de recibir una de las peores patadas en la historia del fútbol argentino: “Nunca nos vamos a amigar. Cómo nos vamos a amigar después de la patada que me tiró de atrás. Lo interesante es que yo escuche que gritaron. Ahí toque la pelota y salté. Gracias a Dios me salve de que me quebrara las dos piernas”.
Por milímetros, Ruggeri le erró.
Los años pasaron y Ruggeri jamás se arrepintió de su accionar. Siempre sostuvo que fue la única vez que se tiró “para lesionar” a un colega. Según contó el Cabezón, la secuencia se debió a un escupitajo que recibió del arquero minutos atrás. Pese a esto, además, el ex jugador de la Selección Argentina sostuvo que lo “volvería a hacer” si tuviese la oportunidad.
Esto fue el puntapié inicial para que Chila recogiera el guante, o mejor dichos se los ponga para invitar a pelear al argentino. A 21 años de aquella jugada que, para la fortuna del guaraní, Ruggeri no pudo concretar por su pésima puntería, el arquero diálogo con el Diario Popular y reconoció que le gustaría medirse con el ex central arriba de un ring durante cinco rounds.
"Hace poco dijo que, si volviera a tener la oportunidad, me fracturaría. Ahí te das cuenta de que hay un rencor de su parte. Es muy fácil hacerse el guapo por televisión. Yo diría, y podés ponerlo así: hagamos un desafío, armemos un ring en Vélez o en Boca y peleamos a cinco rounds, a ver quién queda de pie”, manifestó Chilavert, desafiando al Cabezón.
En ese contexto, explicó que todo el mundo podría pagar “$10 mil la entrada” y que la recaudación iría a parar al Garrahan. “Ah, y no vale correr en el ring. Así nomás, como venga. Si es tan guapo, lo veremos ahí. Ponelo bien claro a todo eso. A cinco rounds, y el que corre, pierde", enfatizó el ex arquero de 51 años, que aún le guarda rencor al ex central.
Maradona, Chilavert y Ruggeri.
Semanas atrás, fue Ruggeri quien no se mostró arrepentido de aquel intento de patada: "A Chilavert lo hubiese quebrado, imagínate, no me arrepiento de nada, no siento arrepentimiento. Lo tiré a agarrar, a quebrar las dos rodillas, y no lo agarré, saltó justito, lo raspé un poquito. Volvería a hacer exactamente lo mismo, pero esta vez no erro".
El enojo del Cabezón al ser cambiado por el "Bambino" Veira.
Cabe destacar que el árbitro de aquel partido fue Ángel Sánchez y ni siquiera, fiel a su desempeño dentro de las canchas, amonestó a Ruggeri. Acto seguido, Héctor “El Bambino” Veira -por aquel entonces el DT de San Lorenzo- movió el banco y cambió a Ruggeri. El polémico intento de agresión se mantuvo vigente dos décadas y seguirá dando que hablar por muchas más.