Días atrás, Calu Rivero publicó un video en redes sociales y aprovechó para alabar las bondades de la copa menstrual, la alternativa a las toallitas y tampones que cada vez más mujeres eligen.
Se trata de un recipiente de silicona esterilizable y reutilizable que reduce el impacto ambiental y evita el contacto con los productos químicos utilizados para la fabricación de los productos de higiene menstrual.
Su capacidad usual es de 30 ml por lo cual pueden vaciarse y lavarse cada aproximadamente 12 horas, una duración considerablemente mayor a la de un tampón o una toallita. Para higienizarla, debe utilizarse sólo agua sin jabón, ya que este puede dañar la silicona.
Al momento de esterilizarla -es recomendable hacerlo una vez por mes- se debe sumergir tres minutos en agua hirviendo. Es importante no pasarse de ese lapso de tiempo porque la copa puede quemarse. Algunas versiones en el mercado incluyen un pequeño vaso de silicona para esterilizarla en el microondas.
Pros y contras
Si bien comprarlas representa una inversión inicial de entre 400 y 1200 pesos, dependiendo de la calidad y de si viene o no con accesorios, a largo plazo compensa su precio y termina redundando en un ahorro en productos de higiene menstrual. A diferencia de los tampones, además, no absorben la humedad de la vagina y, por ende, no provocan molestias relacionadas con la resequedad.
Como puntos en contra, acostumbrarse a usarla puede llevar cierto tiempo, por lo cual se recomienda "practicar" fuera del ciclo menstrual. Además, a muchas mujeres les cuesta acostumbrarse al contacto más cercano con la sangre que deriva del vaciado y lavado de la copa. Ese proceso además hace que sea complicado quitarse la copa en baños públicos.