Las recetas y órdenes de práctica enviadas por mail, o las consultas a través de videollamada poco a poco se vuelven parte de la "nueva normalidad" para pacientes clínicos, psicológicos y psiquiátricos trayendo a la palestra una nueva pregunta: ¿es el momento para que la telemedicina de un paso adelante y se convierta en el nuevo paradigma de atención?
"Asi como se hablo en algún momento de 'Internet de las cosas', en nuestra organización hablamos de la 'digitalizacion de las cosas'", le expresa a BigBang Fernando Coppolillo, gerente de Prestaciones Medicas de Medifé, sobre la experiencia de la prepaga al momento de encarar las prácticas de telemedicina.
En la organización, la digitalización apunta a englobar un amplio arco, desde los tramites administrativos de los asociados y el teletrabajo, hasta la atención en medicina y psicología, y los procesos administrativos de los profesionales y prestadores de servicios.
"Esta crisis social y sanitaria nos ayudó de alguna manera a romper con reglas y creencias, y generar nuevas. Muchos de estos cambios vinieron para quedarse", explica Coppolillo.
"En lo especifico de telemedicina, nuestro servicio Cam Doctor tuvo un crecimiento de un 1000% con un servicio que funciona de 8 a 24 los siete días de la semana. Se constituyó además en una herramienta clave para la identificación de casos sospechosos de Covid-19, diagnóstico de la infección, y seguimiento y orientación de los pacientes.
El futuro está aquí
"La pandemia nos impuso a los medios digitales como avalancha, no solo para la atención médica sino para la educación, la capacitación y muchos otros mecanismos de relación", señala al respecto Gabriel Barbagallo, gerente de Relaciones Institucionales de OSDE y presidente de ACTRA (Asociación Civil de Telemedicina de la República Argentina).
En ese sentido, el pronóstico de Gerardo Barbosa, cofundador de Clonify -plataforma destinada a digitalizar el acceso a tratamientos médicos- pasa por una experiencia que integre no sólo a la telemedicina sino también a los "wearables" (dispositivos portátiles que registren parámetros de salud), la receta digital y el delivery a domicilio de medicamentos.
"Por supuesto que la seguridad e integridad de las comunicaciones y datos de los pacientes serán puestos a prueba. Será clave más allá de cumplir con normas, protocolos y estándares, establecer una vigilancia tecnológica permanente para minimizar los riesgos", aclara.
"Lamentablemente, la premura a la que nos obligó la situación hizo que algunos requisitos sean resueltos de acuerdo a las circunstancias", acota en ese sentido Barbagallo. "En la pospandemia debemos dejar en claro que la telemedicina debe hacerse por medio de plataformas confiables, seguras y con estrictas medidas de confidencialidad".
Lo que se hizo y lo que falta
Si bien en Argentina la práctica de la telemedicina es legal, aún carece de marco jurídico regulatorio. Recién en enero del 2019 la en aquel entonces Secretaría de Salud de la Nación emitió una resolución que oficializaba el Plan Nacional de Telesalud 2018-2024, otorgando un marco institucional para el despliegue de servicios, tecnologías y procesos mediante tecnologías de la información y comunicación.
Paralelamente, hace poco más de una semana se aprobó un proyecto de ley sobre Teleasistencia y Prescripción Electrónica en la Cámara de Diputados, que aún aguarda debate en el Senado para ser ley.
Los desafíos, sin embargo, aún existen. Barbagallo, por ejemplo, describe algunas resistencias del sector gremial de la salud, a las cuales sin embargo considera "genuinas".
"Es comprensible la resistencia al cambio y los temores que pueda generar. Desde la entidad siempre consideramos a la actividad como una práctica de acceso a la salud que debe ser remunerada a los profesionales, y que debe brindar seguridad a pacientes y prestadores", subraya.
En ese sentido, para Martín Ries Centeno, socio de Barbosa en Clonify, "la clave es ampliar los conocimientos en el uso y potencial de las tecnologías principalmente en la línea de usuarios que más implicación en el uso tenga: médicos y cuidadores de la salud. Es decir, aprender de ellos como usuarios para poder reformular el futuro de la medicina".