28 Diciembre de 2021 12:34
La pandemia del Covid-19 se apresta a entrar en una fase diferente en la Argentina. Aun cuando los casos se dispararon en las últimas tres semanas logrando récord, por ejemplo, ayer en la Ciudad y en la provincia de Córdoba, las autoridades sanitarias buscan cambiar el eje de dos cuestiones troncales: el testeo y el aislamiento.
Entre hoy y mañana la ministra de Salud, Carla Vizzotti, encabezará una serie de reuniones en donde propondrá a sus pares provinciales dos cambios en lo que viene siendo al estrategia sanitaria. El primero tiene que ver con el aislamiento. La mayoría de los casos que se detectaron son de personas asintomáticas, es decir que presentan una carga viral baja motivo por el cual no se reflejan síntomas del Covid.
La idea entonces es que el aislamiento se reduzca de 10 a 5 días, es decir se baje a la mitad. “Al quinto día ya no hay casi riesgo de que la persona transmita el Covid, más aun si está vacunado”, le dijo a BigBang una alta fuente oficial. Este sistema es que el que se comenzó a usar hacer tiempo en los Estados Unidos y, siempre mirando a la población que no es antivacunas, tuvo un resultado favorable que quieren imitar aquí.
Esto se debe a que si bien las camas de terapia intensivas distan de estar complicadas como sucedió en otras etapas de la pandemia (en la Ciudad están al 6%, en Córdoba al 2,5% y el Conurbano Bonaerense al 6,5%), empieza a ser un problema para la vida diaria que el aislamiento sea tan largo debido a que atenta con la intención de las personas de cumplirlo.
Por eso no sólo plantean la baja a cinco días, para asegurarse así que sea de cumplimiento efectivo, sino también la posibilidad de que se pongan a la venta los test que se puede realizar en los hogares y luego subir el resultado a una base de datos. De esta forma también se ahorrarían las filas que se realizan en los hospitales y centros de testeo que ocuparon buena parte de la agenda mediática de los últimos días.
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Ayer, a nivel nacional se realizaron 70532 testeos, de los cuales 18.788 se hicieron en la Ciudad, es decir el 27% de los mismo. Ese nivel de concentración hace que existan dudas sobre cómo se está buscando el virus en otras provincias, de ahí la necesidad de aplicar este tipo de test que de ser positivos tienen que ser acompañados por un PCR. Falta definir si será la persona hisopeada la que envié la muestra o si se tendrá que acercar a uno de los centros de testeo.
Por otro lado, existe una tercera cuestión en donde también empiezan a poner el ojo: la tensión en el sistema de Salud. Ante la imposibilidad de volver a postergar cirugías programadas debido a que hay personas que ya llevan más de dos años esperando por ellas, los cálculos que hacen las autoridades sanitarias apuntan a cuánto es el estrés que se le puede aplicar al sistema antes de tomar ciertas medidas. En concreto, por fuera de lo que es la diaria de testeos, consultas y demás, las provincias y la Nación buscarán ponerse de acuerdo en un número de ocupación.
“Hoy en la provincia de Buenos Aires tenés un 50% de ocupación de camas de terapia, el 13% de esa cifra (el 6,5% del total) son por Covid. Hay que ver hasta qué punto podes llegar porque las internaciones por otras patologías suelen mantenerse estable a lo largo del tiempo”, explicó una alta fuente bonaerense.
Justamente la posibilidad de los testeos en los hogares es otra de las formas con las que buscarían bajarle el estrés al sistema. Esto calculan que podrá estar listo entre 10 y 14 días. Justo en la fecha clave para ver si, efectivamente, el crecimiento de la curva de contagios tiene una incidencia en la ocupación de las UTI o se profundiza el desacople que se evidencia desde hace tres semanas en donde suben los casos pero las camas se mantienen estables.