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Cáncer de cuello de útero: la importancia de los controles y la vacunación para prevenirlo

Es el tercer cáncer más frecuente en mujeres en nuestro país. Cómo cuidarse.

27 Marzo de 2022 08:00
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Como cada año, este 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de cuello uterino, fecha en la que se habla sobre la importancia de estar informada, hacerse los controles y vacunarse. Es que el de cuello uterino es el tercer cáncer más frecuente en la población femenina en la Argentina, luego del de mama y el de colon, y por eso es importante concientizar sobre él.

Para que ocurra un cáncer de cuello de útero, el virus del papiloma humano es un factor necesario. Por este motivo, los factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de cuello uterino están relacionados con la infección por VPH. Entre ellos podemos mencionar:

inicio precoz de las relaciones sexuales embarazos en la adolescencia infecciones ginecológicas previas (fundamentalmente por VPH) multiparidad condición socioeconómica baja poca accesibilidad a la medicina preventiva tabaquismo inmunosupresiónLa infección del tracto genital por el virus del papiloma humano es muy frecuente, ya que aproximadamente 8 de cada 10 adultos sexualmente activos tendrán contacto con el virus antes de los 50 años. Existen más de 100 tipos de VPH, siendo alrededor de 14 los relacionados con el cáncer cervicouterino.

Según Josefina Girotto, tocoginecóloga de Halitus Instituto Médico, no todas las infecciones por VPH generan un cáncer, aunque hay factores que pueden determinar su transformación a algo maligno:

Infección por virus de alto riesgo oncogénico.  Persistencia de la infección Progresión a una lesión precancerosa Desarrollo de la lesión premaligna a cáncerEsta secuencia de eventos puede llevar entre 10 a 15 años, lo que suele dar tiempo para detectarlo de manera precoz.

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En la enfermedad temprana, el cáncer de cuello de útero es asintomático, por lo que es muy importante realizar el control indicado con el ginecólogo cada año. Como síntoma, solo en algunos casos puede asociarse a sangrado durante las relaciones sexuales y/o flujo purulento o fétido entre otros síntomas inespecíficos.

A la hora de prevenir este tipo de cáncer, hay que saber que se cuenta con una estrategia primaria, que tiene que ver con la vacunación. Existen a la fecha 3 vacunas distintas que varían en la cantidad de tipos de VPH para los que proporcionan inmunidad, pero ninguna de ellas proporciona inmunidad contra todos los tipos de VPH.

En Argentina se incorporó al calendario de vacunación en el año 2011 para todas las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000, y en 2017 se amplió para todos los varones de 11 años nacidos a partir del año 2006. Se espera que la vacunación junto al tamizaje reduzca la mortalidad en aproximadamente un 33 % para el año 2030.

En cuanto a la estrategia secundaria, tiene que ver los métodos para la detección y tratamiento temprano de la enfermedad, llamados también screening o tamizaje. Estos son la citología cervical (Papanicolaou/PAP), el test molecular de VPH y el co-test (PAP + test de VPH).

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Hay un continuo debate sobre qué métodos son preferibles y con qué frecuencia hacerlo. En Argentina se encuentra en marcha el Programa Nacional de Prevención del Cáncer Cervicouterino (PNPCC), dependiente del Ministerio de Salud. En el año 2011 se incorporó el test de VPH para su uso en algunas provincias. Sin embargo, su disponibilidad sigue siendo limitada. Estos estudios, según guías actuales, hay que hacerlos a partir de los 21 años o a partir de los 3 años posteriores al inicio de relaciones sexuales.