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Cáncer de mama en chicas cada vez más jóvenes: por qué sucede y la recomendación de expertos

En la Argentina hay cada año 17 mil nuevos casos de cáncer de mama. Todas las mujeres deberían hacerse la primera mamografía entre los 30 y 35 años.

23 Octubre de 2021 08:00
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El cáncer de mama en la Argentina es una de las principales enfermedades que afecta a mujeres y que, de hecho, se cobra cientos de vida por año en nuestro país. Si bien el mes de octubre es considerado un pretexto para hablar del tema, lo cierto es que hay que tenerlo presente todo el tiempo, y sobre todo, estar alertas ante cualquier cambio en las mamas, realizar los controles anules y hacer un seguimiento más profundo en el caso de que haya personas con antecedentes.

Según información brindada por Grupo mamma, en la Argentina se estima que se diagnostican 17 mil casos nuevos por año de cáncer de mama, y que esta enfermedad se cobra la vida 5400 personas año tras año. De hecho, ocupa el primer lugar de tumores malignos en mujeres, y no es algo que se da únicamente en nuestro país, ya que en el mundo se detectan más de 1 millón de casos nuevos por año, lo que significa que cada 2 minutos se diagnostica un cáncer de mama.

Y las proyecciones no son nada buenas: se estima que para 2030, esta enfermedad en América aumentará un 46%. Por eso, para hablar de prevención y concientización, el médico clínico y oncólogo Julio Cottura visitó la redacción de BigBang, donde mencionó los signos de alerta a los que hay que estar atentos, la baja de los controles en pandemia, y la importancia de una detección temprana de la enfermedad para tener más herramientas de cura y tratamiento.

 

Lo primero que es importante saber es que hay factores de riesgo que no pueden evitarse a la hora de ser más propensos a tener cáncer de mama. Algunos de ellos tienen que ver con ser mujer, la edad y la raza. Sin embargo, sí existen cosas que se pueden hacer para bajar las chances de tener la enfermedad.

"Por ejemplo, el hábito alimenticio es fundamental. Está comprobado que las mujeres que tienen una alimentación rica en grasas o disminuida en fibras, o aquellas personas que son postmenopáusicas y obesas, tienen mayor riesgo de contraer cáncer. Si yo hago una dieta rica en fibra, o hago una alimentación saludable, hago ejercicios en forma diaria, disminuyo el consumo de alcohol y el consumo de tabaco, son factores que puedo modificar y que van a hacer que mi predisposición a tener cáncer sea menor", explicó el especialista.

Prevención

"El cáncer de mama no se puede prevenir, si tenés una predisposición genética alta y no hacés nada para controlarte o no hacés nada para modificar esa predisposición, sí o sí lo vas a tener", explicó Cottura, quien además mencionó que si una una persona tiene una predisposición genética alta, algo que se da cuando en la familia hay muchas mujeres que lo tuvieron, lo que hay que hacer es mantener un control regular con un ginecólogo o mastólogo.

"Cuando uno tiene en la familia muchas mujeres con cáncer de mama, lo que tiene que hacerse es un estudio genético. Hay dos tipos de genes, que hay que estudiarlos, para ver si la predisposición que tenés genéticamente es alta. Pero si la paciente tiene solamente a su mamá con cáncer de mama, y no se trata de más de una persona en la familia, como tiene que ser para la parte genética, lo que tengo que hacer si tengo 30 años es hacerme una mamografía, una ecografía mamaria y consultar todos los años al ginecólogo/mastólogo", sostuvo.

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Si bien antes se estimaba que la primera mamografía debía hacerse después de los 40 años, por la cantidad de casos que se está viendo en chicas jóvenes, eso cambió. "Siempre entre los 30 y 35 años se pide la primera mamografía por lo general para toda la población. Después hay casos particulares, hay chicas de 25 años que tienen a la tía, la mamá y la abuela con cáncer de mama, entonces uno le hace un seguimiento mucho más exhaustivo y lo empieza antes. Lo mismo ocurre cuando se trata de cáncer de mamas que son muy agresivos o de mucha transmisión genética, entonces uno lo estudia antes", aclaró.

Además de los controles médicos, lo que una mujer puede hacer por su propia cuenta mensualmente o cada dos meses, es el autoexamen mamario, donde puede percibir si nota algo raro o fuera de lugar. Sin embargo, la clave para que ese examen sea correcto, es que la persona se conozca en profundidad.

"El autoexamen lo hace la paciente en su casa, relajada, y puede buscar un espacio cuando se va a bañar o cuando está acostada, donde debe revisarse las mamas, conocerse. Hay que mirarse en un espejo y saber qué mama es más alta que la otra, cuál es más grande, para que ni bien aparezca algún signo o algo que la alarme, ya sepa que no es normal. Cuando se hace el autoexamen hay que prestar atención a si la mama se pone dura, tiene pocitos o piel de naranja, cuando el pezón se pone duro o se retrae, cuando aparece algún nódulo o alguna zona donde la mama de hunde y se hace como un hueco, cuando aparece una dureza, cuando te tocás la axila y aparece una pelotita, todos esos son signos que van a anticiparnos de que ya algo está pasando, aunque eso ocurre cuando ya la tenés a la enfermedad. En el autoexamen de mama uno busca algo previo, algo muy chiquito", indicó.

Controles en pandemia y casos en estadios avanzados

Con la llegada de la pandemia del coronavirus, los controles durante la primera parte del 2020 bajaron drásticamente por el miedo a concurrir al médico y a los centros de salud. Tanto las mujeres como los hombres, porque ellos también pueden tener cáncer de mama (representados en el 1% de la población mundial), dejaron de concurrir a los controles de rutina, e incluso aquellos que ya tenían la enfermedad detectada dejaron de asistir a tratarse.

"Otros también se demoraron en la consulta, y en vez de haber podido diagnosticar eso más temprano, aumentaron los casos de enfermedad avanzada como primera instancia que antes lo veíamos en estadios más iniciales, y eso es algo que lo vemos recién este año. Cuando uno ya llega en un estadio avanzado, ya no lo puede curar, sino que lo que se hace es frenar la enfermedad y contenerla. Es diferente a un estadio inicial, que uno puede curar a la paciente", explicó.

Además, mencionó que se están viendo muchos casos en chicas jóvenes, de entre 25 y 30 años, que antes no pasaba. Según el especialista, esto tiene amplia relación con el estilo de vida que se lleva adelante actualmente, con la alimentación que se tiene, el estrés, y las complicaciones del día a día, lo que favorece mucho a que el gen se despierte antes en aquellas personas que tienen cierta predisposición.

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"Hay que ir al ginecólogo, no se puede dejar de ir todos los años, porque más allá de que el pap y la colpo sean importantes, la mama también la ve el ginecólogo. Y en lo que respecta al cáncer de mama, la mujer debe saber cómo son sus senos. Tenés que tomarte tu tiempo para mirarte al espejo y focalizar en lo que estás haciendo, y si notás algo que es como un granito de arroz o notás en la piel algo que no te gusta, o el pezón larga una secreción que no es normal, hay que ir rápidamente a la consulta con el ginecólogo o mastólogo", cerró.