La decisión de Daniel Scioli de colocarlo como su vicepresidente sorprendió a gran parte del oficialismo, aunque la determinación estuvo premeditada con Cristina Kirchner. La jugada podría interpretarse como un intento para bajar definitivamente de la competencia a Florencio Randazzo. ¿Quién es Zannini, uno de los hombres más influyentes y de perfil más bajo del Gobierno?
Casi no se le conoce la voz. Desde hace años Carlos Alberto Zannini se destaca por su bajo perfil. El secretario de Legal y Técnica es el funcionario de mayor confianza de la Presidenta y la persona que convierte las ideas del Gobierno en leyes: la estatización de las AFJP, la ley de medios, la puja por las reservas del Banco Central (BCRA), la reforma electoral o hasta el Fútbol para Todos, entre otras normas.
Zannini forma parte del entorno más íntimo de Cristina Kirchner
Por su oficina desfilan gobernadores, intendentes y todo tipo de funcionarios que ven en él un puente para llegar a Cristina. Es la mano derecha de la presidente y su secreto, dicen los que saben, es saber interpretar sus deseos. Obsesivo por mantenerse al margen de las polémicas, Zannini reniega de los medios, no habla con ellos aunque tampoco los maltrata.
Su carrera en el poder ascendió de forma maratónica. De la mano del matrimonio presidencial fue ministro del gobierno provincial, legislador y presidente del Superior Tribunal de justicia de Santa Cruz. Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia en 2003, Zannini ya planificaba estrategias para comenzar a apagar los primeros fuegos de un país en llamas.
El ideólogo y ejecutur de las estrategias K.
Tras la muerte de Kirchner, Zannini se acercó aún más a Cristina e incrementó su relación con el poder. Se convirtió en el funcionario de mayor trato diario con la presidente, con la que almuerza varias veces a la semana. Inclusive en las épocas en el que el caso Ciccone aún no había explotado, era el vicepresidente Amado Boudou quien debía ir a verlo a su despacho, aún cuando ocupaba la presidencia de manera interina.
Casi familia. Zannini y Néstor trabajaron juntos desde la década del 80.
Se ganó el respeto del núcleo duro de la militancia kirchnerista por su historia con la dictadura. Por aquellos tiempos Zannini estuvo detenido ilegalmente durante cuatro años. Hoy vive en Las Cañitas, cerca del Hipódromo y del Campo de Polo.
Fanático de Boca Juniors, los que alguna vez lo vieron jugar al fútbol dicen que lo hace muy bien. Es que tal vez en la cancha maneja la pelota tan bien como controla el poder.