En el marco del ajuste del Gobierno nacional a los trabajadores y medios, algunos empresarios aprovechan esta relación de fuerzas amparada por la gestión de Javier Milei, para desligarse del personal sin causa, pero inventando una. Este es el caso de América TV, a cargo de Daniel Vila, José Luis Manzano y Claudio Belocopitt, quienes se encuentran en pleno conflicto gremial en el canal y suspendieron a 249 trabajadores alegando "boicot o acción salvaje", cuando estos se encuentran bajo medidas de fuerza, completamente amparadas por la ley laboral y la Constitución Nacional, en reclamo de una restructuración salarial.
Por el lado de los empresarios "insisten que la relación la rompió el empleado y no la empresa". A su vez, sostienen que el reclamo de los empleados impide el cumplimiento del "servicio público de la radiodifusión. "Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos los empleados y colaboradores que continúan desempeñando sus funciones de manera excepcional en estas circunstancias desafiantes", comenzó la misiva que envió la conducción del canal a los "carneros" que desafiaron la medida de fuerza del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID), que se lleva adelante en todos los canales de aire.
"En momentos como estos, es crucial reconocer el compromiso y la dedicación de cada uno de ustedes para mantener nuestras operaciones en marcha. A pesar de las dificultades y los obstáculos que enfrentamos, su profesionalismo y compromiso son ejemplares", aseguraron los dueños de la señal, que buscan alegar una justificación de los 249 despidos a partir de que la huelga impide el cumplimiento del "servicio público de la radiodifusión".
"Su dedicación y esfuerzo no pasan desapercibidos y son verdaderamente apreciados. Por favor no duden en comunicarse con nosotros si necesitan algún tipo de apoyo o asistencia adicional durante este periodo. Gracias nuevamente por su valioso servicio y compromiso", concluyeron la carta las autoridades de América TV, quienes ya en los últimos días informaron de su nueva realidad a los despedidos, tras cerrar las puertas del canal el fin de semana. "La idea es echar con causa", le advirtieron a BigBang.
Mientras tanto, desde el SATSAID y en representación de los cesanteados, escribieron una carta documento a América TV, en rechazo a las medidas tomadas. "Denuncio ilegítima e ilegal conducta empresaria ostensiblemente contraria a derecho y violatoria de garantías consagradas en la Constitución Nacional, convenios y tratados internacionales de igual rango o supralegales con notoria afectación de derechos humanos, laborales, fundamentales, e inherentes a la libertad sindical", acusaron.
Mientras tanto, quien todavía no dio la cara es el gerente de Programación del canal, Marcelo Tinelli. El productor y conductor cobra aproximadamente 20 mil dólares por mes, según informaron a BigBang fuentes cercanas al canal. A su vez, es el mariscal de la derrota en términos de audiencia que tuvo el canal en el último año, enfrentando a LAM con Telefe y Gran Hermano, y perdiendo la posibilidad de tener a los hermanitos que salían en el programa de Ángel de Brito, y que ahora lo hacen en Bendita TV de El Nueve.
La apuesta de "El Cabezón" en fortalecer su Bailando y fingir demencia con lo que sucede en la casa más famosa del país, salió horrible. Su reality no pasó nunca de los ocho puntos de rating y lo puso contra las cuerdas en términos financieros, perdiendo millones de pesos diarios y de dólares mensuales, con la promesa de que las vacas gordas estaban a la vuelta de la esquina.
La crisis de América TV es tal, que durante las emisiones de ayer de Desayuno Americano e Intrusos tuvieron en una de las cámaras a Pablo "El Chato" Prada, el productor, pareja de Lourdes Sánchez, y amigo entrañable de Tinelli. Si bien él no da la cara, los suyos sí lo hacen y hasta se juegan a atentar contra la medida de fuerza que dispuso el sindicato, en defensa de los sueldos de los 249 despedidos y hasta de quienes hoy se encuentran garantizando la transmisión del canal, en desmedro de sus compañeros.