por Gisela Nicosia
19 Noviembre de 2015 05:44Después de dos días, para ser exactos 57 horas de angustia, ayer rescataron a Mía sana y salva en la terminal de ómnibus de Junín. La odisea de la nena de cinco años había empezado durante la madrugada del lunes cuando el hombre, conocido en El Palomar como el carnicero Hugo o Enrique, se la llevó tras el crimen de su mamá Sabrina Martín y de su hermano Ian, de 3 años.
Enrique Alcaraz quedó detenido e imputado por los delitos de “sustracción de menores” y sospechado de “homicidio agravado” y “femicidio”. En las próximas horas será indagado por el fiscal Claudio Oviedo en la fiscalía de Morón.
Al momento de su detención la policía le encontró un cuchillo que será peritado para determinar si se trató del arma con la que asesinaron a la mujer de 9 puñaladas y a su hijo, de 19 puntazos.
Mía sonríe. Su secuestrador será indagado hoy en la fiscalía de Morón.
A pesar de sus 25 años Alcaraz tiene un historial de problemas con la Justicia. Fue detenido en varias oportunidades cuando era menor de edad. La causa más grave que tuvo fue por una denuncia de su propia madre, que lo acusó de haber abusado de un hermanastro. Incluso estuvo internado y se fugó de varios reformatorios. También estuvo alojado en la Fundación Felices los Niños, del cura Julio César Grassi.
El cuchillo que tenía encima el joven detenido.
Actualmente cartoneaba con un carro y trabajaba como empleado en la carnicería “La Central”, en la rotonda de la plaza de El Palomar. Es fanático del animé japonés y según trascendió, consultaba páginas de Internet con temas vinculados a la necrofilia.
LOS HEROES
Los encargados de salvar a Mía.
Raúl Gonzalez y Federico Alonso entraron a trabajar en Pullman General Belgrano como todos los días. Leyeron el diario, como siempre, y no pudieron olvidarse de la cara de Mía que estaba en una foto, la nena desaparecida la semana pasada en el Palomar, tras el asesinato de su mamá y su hermano. Ellos - Raúl el Maletero y Federico el Boletero - fueron quienes no dudaron en dar aviso a un rondín de la policía local, cuando casi tenían la certeza de haber visto y hablado con Enrique Alcaraz y Mía Ayelen Martin, que eran buscados desde la semana pasada.
Gracias a su llamado a la Policía, pudieron salvar a Mía.
“Fue muy emocionante cuando estábamos declarando y preguntamos si efectivamente era Mía, y nos dijeron que si.
“En este caso nos tocó a nosotros tomar la decisión de avisarle a la policía que nos pareció que era Mía la nena que habíamos visto. Estábamos convencidos. Fue muy emocionante cuando estábamos declarando y preguntamos si efectivamente era Mía, y nos dijeron que si”, coincidieron al unísono ambos.