Celebra el team verano. Con una semana en la que la máxima se mantendrá por encima de los 30 grados en el AMBA, los expertos ya comienzan a reforzar la importancia de redoblar los esfuerzos para evitar un golpe de calor.
Una de las cuestiones clave tiene que ver con la natural pérdida de líquido, por sudoración y orina, que crece por las altas temperaturas, siendo importante que sea enfrentado a tiempo, antes de llegar a la deshidratación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la deshidratación como la alteración que sufren los seres humanos ante la ausencia de sales minerales y agua en el cuerpo.
Sus causas pueden ser diversas, estando entre las más frecuentes: exposición a temperaturas elevadas, ejercicio intenso y falta o insuficiente consumo de líquidos. Los problemas de salud vinculados a la deshidratación pueden ocurrir en todas las edades, siendo más frecuentes en bebes y niños, adultos mayores y embarazadas.
Norma Guezikaraian, directora de la carrera de Nutrición de la Fundación Barceló explicó los síntomas ante los cuales debemos estar alerta. "La sed es el primer síntoma, si sentimos sed ya comenzó la deshidratación. Luego continúa la sed intensa y sequedad en la boca. También si la temperatura corporal es mayor a 39º y tenemos sudoración excesiva, agotamiento o debilidad, dolores de cabeza y/o mareos o desmayos, son indicadores de deshidratación".
La experta agrega que la piel se verá seca y arrugada, y es posible que aumente el ritmo cardíaco y hipertensión arterial. Es importante controlar el color de la orina. En el caso de ser oscura o nula, sumado a alguno de los anteriores síntomas mencionados será necesario consultar una guardia médica o profesional de confianza.