Se difundió a partir de fuentes independientes, que en los centros culturales que dependen de la nación existiría una lista negra de temas de los que no se puede hablar. Pocos días después de obtener el mayor porcentaje de votos en las primarias, el entonces candidato Javier Milei, publicó en la red de Elon Musk que "El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo". Para continuar con la serie de abiertas contradicciones entre lo que dice y lo que hace, el gobierno libertario vuelve a la censura como hubo en el actualmente reivindicado por este gobierno, Proceso de Reorganización Nacional, mejor conocido como La Dictadura.
El director de cine independiente y docente Goyo Anchou, impactó con sus dichos en las redes sociales, al denunciar la existencia de temas prohibidos en los centros culturales que dependen de Nación. "Contenidos prohibidos en los centros culturales nacionales. 1. LGTB. 2. Feminismos. 3. Críticas a la dictadura. 4. Defensas del gobierno previo. 5. Que incluyan a Lali Espósito (por ejemplo, [la película] Puan)".
Este breve pero muy explícito código de censura que le fue "recitado" a Anchou, premiado director de temas LGBT en festivales internacionales, por los programadores de "una de las casas de cultura oficiales que tiene el gobierno nacional en Buenos Aires", cuando fue a exponer la idea de armar un ciclo de películas nacionales. Se disculparon diciendo "Es la primera vez que nos sucede. Trabajamos acá desde siempre y nunca nos habían supervisado la programación de esta manera".
Fuentes consultadas al respecto en el ex CCK, al que que el gobierno libertario rebautizó Palacio Libertad, confirmaron la existencia de esas prohibiciones, que fueron dadas en enero de este año cuando se empezó a programar las actividades con las que se reabriría el famoso centro cultural. Tanto las fuentes del CCK, como los interlocutores de Anchou, pidieron que sus nombres no fueran difundidos para no poner en peligro sus trabajos.
A tal punto el realizador sintió ese temor de los trabajadores, que ni siquiera quiso revelar en qué "casa de cultura oficial" había tenido lugar esa charla. El ámbito de la cultura ha sido uno de los más atacados, no sólo con enormes recortes presupuestarios, sino también con ataques verbales del mandatario, Adorni y los community manager de las redes sociales oficiales afines a las ideas libertarias.
El cine, tal vez por ser el de mayor masividad, es el sector más virulentamente cuestionado. A cargo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales se puso al doctor Carlos Pirovano. El título de contador, demuestra que su "expertise" no es precisamente la cinematografía, y que sólo desembarcó para aplicar la motosierra. A todos los miembros de esta industria, se los acusa de "kirchneristas ladrones".
No fue tan explícita la caracterización, pero el mote le tocó metafóricamente hasta a Campanella, reconocido opositor al gobierno de los Kirchner y los Fernández. En cuanto a la virulencia verbal, basta recordar los ataques del presidente a Lali Espósito, los que comenzaron ni bien terminaron las primarias, ante un posteo adverso a su buen desempeño, hecho por la actriz y cantante.
La batalla contra Lali culminó en esta lista negra, en la que goza del privilegio de ser la única que figura con nombre y apellido. La reinstalación de la censura y el ajuste en cultura y educación, a los que se suman ataque a continuo al feminismo y al colectivo LGBTI+, muestran el oscurantismo del gobierno de Milei. No existe voluntad para generar herramientas de la libre expresión, el pensamiento crítico, y todo "proyecto de vida del otro".
Es la manera de generar la fe ciega en el mercado que el libertario difunde cuando evangeliza en sus discursos, posteos, y giras de carácter personal en el exterior. Como destacó Goyo Anchou en sus declaraciones: "Hay una necesidad urgente de generar movidas, situaciones de resistencia cultural. El famoso margen de esperanza que surge en los cataclismos es el que puede cambiar la historia. En la oscuridad, hagamos luz".