Ladrillo por ladrillo, esta semana comenzaron las tareas para demoler el Elefante Blanco, el viejo edificio ubicado en el barrio porteño de Villa Lugano que comenzó a construirse casi 80 años atrás, proyectando uno de los hospitales más grandes de América Latina. La iniciativa quedó paralizada y el edificio se convirtió en un verdadero monumento al abandono.
En el tercer capítulo de #CiudadEnObra, BigBang te cuenta cómo son las obras para derrumbar la mole lindera a la villa Ciudad Oculta. Allí está prevista la construcción de la nueva sede del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, un edificio moderno de tres pisos con 17 mil metros cuadrados, que incluirá un enorme parque para los vecinos de la zona.
El proyecto surgió del por entonces senador socialista Alfredo Palacios. Años después, en 1938, comenzó su construcción. Sin embargo, tiempo después quedaría paralizada. Tras la caída de Juan Domingo Perón, la construcción quedó abandonada. Varias décadas después, unas 250 familias tomaron el predio y convirtieron al viejo monumento al abandono en sus hogares.
Elefante Blanco. Detrás, Ciudad Oculta, la villa escondida detrás de la mole abandonada.
Recién el año pasado el Gobierno porteño logró la salida de un grupo de familias que acordó con la Ciudad la entrega de subsidios habitacionales. Meses atrás, BigBang recorrió varios pisos del edificio, donde hubo que realizar importantes tareas de limpieza por la cantidad de basura acumulada en los subsuelos.
Al Elefante Blanco sólo le quedó la cáscara. Ni cloacas, ni ascensores, ni ventanas, ni pintura. Mucho menos quirófano, enfermería, camillas, pacientes o médicos de ambo blanco. Ningún Gobierno reactivó las obras, más bien todo lo contrario: se hizo lo posible para paralizarlas. En lugar de hospital, se transformó en aguantadero. Además de ser habitado por familias, había bandas que vendían y consumían droga en el interior.
A mediados del año pasado, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció el traslado del ministerio que conduce Guadalupe Tagliaferri a ese predio. Recién esta semana comenzaron las obras de demolición, que se realizan de manera “artesanal” debido a la imposibilidad de concretar una implosión, por el peligro que representaría para los vecinos, a diferencia de lo que ocurrió con el Albergue Warnes en 1991.
Render. Así quedará el predio, una vez finalizada la construcción.
De acuerdo con los datos oficiales, la demolición del edificio costará $138 millones. No se derrumbará toda la construcción, ya que se dejarán tres pisos de la estructura actual, que se utilizarán para la nueva sede de la cartera de Desarrollo Humano. La reconstrucción costará en $500 millones. En total, la Ciudad destinará $638 millones.
El objetivo del Gobierno porteño es que las oficinas que albergarán a más de 1.000 trabajadores estén finalizadas durante el primer trimestre de 2019.
LUZ, CÁMARA, ACCIÓN
El edificio fue protagonista de una exitosa película estrenada en 2012, Elefante Blanco, que cuenta la historia de dos curas tercermundistas interpretados por Ricardo Darín y Jérémie Renier. La historia, atravesada por el viejo edificio, relata los conflictos que deben enfrentar en el asentamiento lindero. Tiempo atrás, el actor argentino le dijo a BigBang que se sintió muy movilizado al enterarse que sería derrumbado.
Ricardo Darín, durante el rodaje de Elefante Blanco, la película dirigida por Pablo Trapero.
“El olor era tremendo, producto de la sensación térmica. Pero también se ve la convivencia de los chicos con los animales, hay muchas ratas producto del hacinamiento. Fue una experiencia muy fuerte, enriquecedora”, dijo el actor
“Nos encontramos con mucha gente trabajadora, humilde y decente, que acarrea el estigma de vivir en ese lugar”, comentó.