Clausuraron el restaurante “Marcelo”, ubicado en Alicia Moreau de Justo y avenida Belgrano, en el barrio de Puerto Madero, por no separar sus residuos. Antes había hecho lo mismo con “Aldo´s”, la lujosa vinería-restó de San Telmo y con “Rigoletto”, de Microcentro. Antes de estampar la faja hay dos advertencias previas. Si no se cumple la tercera vez, clausura y multa que puede llegar hasta los 35 mil pesos.
La Ciudad dispuso contenedores para separar la basura entre reciblables y basura común.
Las campanas para separar residuos suelen ser motivo de queja frecuente por los vecinos porteños. Sucede que muchas veces la basura queda fuera del recipiente y las calles se convierten en una mugre intransitable.
En algunos barrios es una queja frecuente que los tachos rebalsan y las veredas se convierten en una mugre.
Más allá de estos inconvenientes, la Ley de Basura Cero estipula que los restaurantes y lugares de expendio de comida deben separar los residuos. Por un lado los reciclables (cartón, papel, vidrio, metal, plástico, etcétera); por otro la basura común. Además, los negocios deben contar con espacios o contenedores diferenciados con la separación correspondiente. A reciclar que se acaba el mundo.