Tres meses después de la reapertura de peluquerías en la Ciudad de Buenos Aires, protocolo mediante, el balance de los profesionales del rubro se mueve entre la conformidad con el comportamiento de los clientes y la aún difícil situación económica.
"La adaptación nuestra y de los clientes se está dio de manera perfecta para sorpresa de todos", comenta en charla con BigBang el peluquero Nacho Acosta para quien algunos hábitos, como sacar turno previo online "llegaron para quedarse".
"Todas las consumidoras están atentas a las cuestiones de higiene y eso se ha convertido en un valor agregado", agrega. "No tienen problema en las demoras y entienden que es por seguridad de todos. Las clientas elogian las medidas de seguridad, no tienen miedo, pero si son precavidas".
De acuerdo a su colega Walter Rapoport, gran parte del cumplimiento de los clientes tiene que ver con el hecho de que "el protocolo está bien diseñado para que se sientan seguros al momento de volver a los salones".
Además de las reservas previas vía telefónica u online, las medidas de seguridad e higiene para las peluquerías incluyeron respeto estricto del horario, uso obligatorio de mascarilla y alcohol en gel para desinfección de las manos, acceso prohibido para acompañantes y la imposibilidad de consumir alimentos o bebidas en el salón.
"Los mismos clientes y clientas se encargan del boca a boca comentando nuestra seguridad y eso se hace notar al momento que cada vez más clientes acudan a nuestro salón", nota al respecto el estilista Oscar Colombo.
Paralelamente, otros peluqueros sumaron medidas de protección extra al protocolo oficial. Así, por ejemplo, la estilista Vicky Stefani dividió a su equipo de trabajo en dos grupos para lograr un efecto "burbuja".
Más ATP, menos IVA
Más allá del recibimiento positivo por parte de clientes y clientas, las peluquerías -como prácticamente todos los comercios- no dejan de sentir el fuerte golpe económico de la pandemia.Para Rapoport, este impacto se vería notablemente disminuido si el gobierno nacional continuara el ATP para el sector hasta al menos marzo del 2021.
Como alternativa, el peluquero sugiere "la reducción de los aportes patronales a lo mínimo posible hasta que el sector pueda volver a las cifras de facturación pre pandemia y la eliminación del IVA (21%) en el servicio de corte como era hasta él año 2000, ya que siempre fue un servicio considerado esencial para la comunidad".
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Rapoport calcula que actualmente el sector recibe ingresos equivalentes al 30 o 40% de los que percibía antes de la pandemia. "A este ritmo de la economía se calcula que con suerte estaremos recuperando las cifras de facturación que teníamos para el segundo semestre del año que viene, siempre y cuando no se dispare la inflación por más del 40% anual, sino el tiempo de recuperación va ser aún mayor", advierte.